- Muchos la señalan como la heredera del trono de Streep en Hollywood.
Los Oscars de 2017 pueden ser históricos en muchos aspectos. Puede ser una gala récord, gracias a La La Land y su oportunidad de llevarse 14 estatuillas. Puede ser “la gala más negra de la historia”, si los afroamericanos se llevan la mayoría de premios a los que están nominados. Puede ser la entrada de actores como Casey Affleck o Mahershala Ali a lo más alto.
Y, también, puede ser el primer gran reconocimiento de Viola Davis.
Gracias a Fences, la última película de Denzel Washington en la que Davis interpreta a un ama de casa de los años 50, ha conseguido una nominación como mejor actriz de reparto. Como explicaba un miembro anónimo del jurado, no tiene sentido que haya sido nominada como actriz secundaria y no protagonista. Pero, por esto mismo, lo tiene todo para llevarse el galardón a casa.
Davis no ha necesitado espectacularidad ni polémica para lograr su tercera nominación a los premios. Toda la historia de Fences se desarrolla en una casa con jardín. Pero, a base de un diálogo muy bien traído y de una actuación tan versátil como eficaz se ha ganado la que parece ser su oportunidad definitiva.
Por el camino, ya se ha llevado un premio BAFTA, un Globo de Oro, un premio del Sindicato de Actores y otro de la Asociación de Críticos. Pero ¿qué han hecho de Viola Davis la candidata predilecta de todo el mundo?
Nacida en 1965, Davis es una de esas actrices que triunfan en el cine después de mucho esfuerzo. Una vez se hizo un nombre en Broadway con obras como King Hedley II (por la que se llevó un Premio Tony) comenzó a probar suerte con la televisión y las películas.
Mientras participaba como actriz de reparto en series como The Guardian o Ley y Orden, aparecía en papeles sin acreditar en películas como Lejos del cielo o Antwone Fisher, la primera cinta dirigida por Denzel Washington. Quince años después, es ella quien le ha ayudado a triunfar en su cuarta película como director.
Como destacó en su discurso tras ganar el Globo de Oro, se lo debe todo a su padre. El prototipo de hombre que inspiró la historia de Fences:
“Todo se lo debo al Troy original, a mi padre. Nació en 1936 y no aprendió a leer hasta que cumplió los 15 años, pero ¿sabéis qué? Tenía una historia que merecía ser contada”.
Best Performance by an Actress in a Supporting Role in any Motion Picture goes to @violadavis! #GoldenGlobes pic.twitter.com/0ABKjB2d5m
— Golden Globe Awards (@goldenglobes) 9 de enero de 2017
Tras una infancia dura y una madurez de lucha constante, el salto de fe de Viola Davis llegó con La duda (2008). A sus 43 años, parecía relegada a un eterno papel secundario, pero entonces consiguió destacar frente a un plantel de la talla de Phillip Seymour Hoffman, Amy Adams y… Meryl Streep.
“Mientras trabajaba con Meryl, volvía cada noche a casa con mi marido y él me preguntaba: ‘¿le has dicho hoy lo mucho que te gusta, lo grande que es?’ y yo le respondía que no, que me daba vergüenza acercarme a ella y decirle algo así… de manera que nunca le he dicho nada, hasta hoy. Haces que me sienta orgullosa de ser actriz”.
También en la última gala de los Globos de Oro, Davis pronunció este emotivo discurso hacia la que se ha convertido en su madrina en Hollywood. Fue Davis quien le entregó a Meryl el premio honorífico por su carrera. Y, haciendo una retrospectiva, nadie hubiera sido mejor para hacerlo, ya que se ha convertido en la portadora oficial de su legado.
Pese a que Meryl Streep lleva consagrada desde los años 70 y Viola Davis acaba de comenzar su trayectoria en Hollywood, es imposible no ver similitudes en ambas actrices. El porte elegante y la actitud desgarrada de Streep en El diablo viste de Prada es la misma que Davis muestra tener en Escuadrón Suicida y en cada capítulo de Cómo defender a un asesino.
Pero, a la vez que interpretan a mujeres fuertes, muestran una cara B oculta en todas sus miradas. Sus personajes son luchadores. Supervivientes que han callado cuando debían alzar la voz. Portan corazas imposibles de flanquear. Pero, cuando no pueden más, explotan y lloran sin temor a lo que puedan pensar de ellas.
Meryl Streep ha conseguido este año su nominación número 20 a los Premios Oscar. Davis, de momento, solo lleva tres, pero en solo ocho años. En comparativa, ambas tienen unos números muy aproximados. Pero, además, la actriz afroamericana ha tenido que superar discriminaciones por su género, raza y edad.
El 26 de febrero sabremos si consigue la estatuilla que lleva una década mereciendo. Lo que ya nadie le quitará es el fulgor del público y la crítica, que se arrodilla cada vez que entra en escena.
Fuente: playgroundmag