El Gobierno envía inspectores y soldados a más de 700 panaderías para controlar que no se elaboren bollos ni tartas ante la grave escasez de harina que sufre el país.
Las panaderías están en el punto de mira de Nicolás Maduro. Debido a la escasez de harina que sufre el país latinoamericano, Maduro ordenó la pasada semana que el 90% de toda la harina que reciben las panaderías debe ir detinada a la producción de pan normal y el 10% restante a la de bollos y dulces.
Por el momento, 4 panaderos ya han sido detenidos por incumplir la orden y hacer “brownies ilegales”.
De acuerdo al presidente venezolano, la llamada “guerra del pan” y la carestía de la matería prima está orquestada por las empresas privadas para dejar a la población sin el alimento básico. Maduro defiende que el objetivo de estas compañías es sabotear la economía y especular con los precios para solo proveer de alimentos a los ricos.
Y para combatir el supuesto sabotaje, al Gobierno no se le ha ocurrido otra cosa que enviar a soldados a más de 700 panaderías de Caracas para controlar su producción y asegurarse de que no elaborasen “cachitos”, el croissant venezolano, y otros dulces. El objetivo es verificar si se cumplía la nueva ley.
Maduro envía soldados a más de 700 panaderías para verificar si se cumple la nueva ley por la cual las panaderías tienen que utilizar el 90% de la harina de trigo para hacer pan y el restante 10% para los dulces.
“Habrá un equipo político para cada panadería para que tengamos la vigilancia y el control permanente de 709 panaderías en Caracas”, señaló el vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, tal y como recoge Bloomberg.
Los panaderos no están satisfechos con la medida. Por una parte, señalan que el monopolio del Gobierno sobre la importación y control de alimentos dificulta elaborar el pan, y por otra señalan que si no venden los productos dulces, tendrían que cerrar las panaderías porque prácticamente es lo único que les da beneficio.
La asociación de panaderos de Venezuela, Fevipan, señala en un tweet que “para una buena producción continua de pan se necesita una distribución constante de materia prima”, y culpan al Gobierno de la escasez de harina.
Durante la inspección a las panaderías, los soldados arrestaron a dos panaderos por usar demasiada harina para pan dulce. Otros dos, por elaborar brownies con harina de trigo caducada. Ahora, ambos establecimientos estarán cerrados por 90 días por violar la normativa.
Tras más de más de tres años de crisis económica y con una inflación tan alta que incluso ha llegado a los tres dígitos, la ley sobre el control de las panaderías, es la última que ha impuesto Maduro para corregir los desajustes económicos y evitar las largas colas para comprar productos básicos.
Fuente: playgroundmag