La RSPCA en el Reino Unido (organización de bienestar animal) describe el siguiente caso, como el peor, que han visto. Chucky, un Chihuahua, experimentó cosas tan terribles que se asemejan a una película de terror.
Chucky, una mezcla de raza Chihuahua, fue robado a su propietario por un grupo de adolescentes. Estos chicos (sin escrúpulos) le hicieron pasar por un martirio solo por diversión. L e dieron de comer medicamentos, le rompieron el cuello, y le prendieron fuego en la cara, hasta dejarle casi ciego.
Justo antes de arrojarlo al cubo de la basura, le hicieron comer drogas duras.
Pero de alguna manera, este pequeño se las arregló para conseguir salir vivo. Fue rescatado y llevado a un centro donde le trataron todas las heridas. Su propietario no podía ser más feliz cuando conoció la noticia de que estaba vivo.
Después de algún tiempo se recuperó por completo.
Caroline Doe, de RSPCA, dijo: “Este fue el peor caso que he visto, aún así, me recordó un escalofrío la espalda, cuando supe que los jóvenes confesaron su obra y se defendieron diciendo que lo hicieron todo por influencia de las drogas hecho sólo por la influencia de las drogas. Pero la brutalidad que emplearon no tiene excusa”
“Las lesiones fueron tan graves que incluso los mejores veterinarios y los analgésicos más fuertes no podían paliar el dolor. Sufrió por lo menos seis días un atenténtico infierno de dolor “.
En octubre, los adolescentes fueron declarados culpables por su acto.
Posteriormente fueron procesados con una multa de 500 a 1000 Euros.
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Fuente: likemag