Los Gulliver decidieron viajar desde su Inglaterra natal hasta Egipto para disfrutar de unas soleadas vacaciones; sus hijos Sebastian y Madison, de nueve y siete años respectivamente, los acompañaba. Por desgracia no todo fue como esperaban.
A inicios de la segunda semana de vacaciones la mamá, Sylvia Gulliver, de 43 años de edad, sufrió de una infección de la vesícula biliar y fue a parar al hospital. Ella se recuperó por completo, pero sólo luego de pasar dos días enteros en el hospital.
Como un premio para sus hijos por haberse comportado tan bien mientras Sylvia se encontraba hospitalizada, su padre, Martin Gulliver, decidió que sus dos hijos podrían hacerse un tatuaje temporal de henna si así lo deseaban, el hotel de cuatro estrellas en el que se hospedaban ofrecía ese servicio, nada indicaba que algo pudiera salir mal.
Apenas finalizado el tatuaje Sebastian se quejó de que tenía una gran comezón y le quitaron el tatuaje, por su parte Madison no parecía tener ningún problema con el suyo. Sin embargo, tras regresar a Inglaterra el 25 de julio, la piel del brazo bajo el tatuaje de la pequeña comenzó a irritarse y a generar ampollas; para el día siguiente el brazo se veía como si estuviera quemado.
La niña fue llevada rápidamente al hospital en donde trataron sus lesiones, algunas ampollas tuvieron que ser cortadas para poder curar la piel. Ahí se descubrió que, en efecto, la piel había sufrido quemaduras químicas debidas a un elemento que suele agregarse a la henna para darle un color oscuro rápidamente: el P-fenilendiamina (PPD). Este químico se utiliza legalmente en tintes para el cabello y su uso y cantidad permitida está regulada por la ley, pero en el caso de la henna suele agregarse en cantidades muy superiores a las permitidas.
Según Martin Gulliver, su hija fue muy valiente durante todo el proceso pero los médicos creen que la piel de la niña podría tardar hasta dos años en curar por completo. Ahora ambos padres advierten sobre este tipo de tatuajes: “no vale la pena arriesgarse”
A decir del Doctor Chris Flower, director general de la Asociación de Cosmética, Higiene y Perfumería del Reino Unido, “cuando se aplica sobre la piel en forma de un tatuaje temporal de henna, el PPD puede causar quemaduras químicas y reacciones alérgicas”, y agrega, “La henna real nunca es negra, sino cafe/anaranjado. Cualquier tatuaje temporal oscuro debe ser tratado con precaución”
Aparte del dolor y la cicatrización posible en la reacción a un tatuaje de henna negra, existe un riesgo real de llegar a desarrollar sensibilidad al PPD. Esto quiere decir que si tiene un contacto con el PPD en el futuro, incluso varios años después, puedes tener una seria reacción alérgica. Esto le pasó a Julie McCabe, quien murió en 2012 debido a una reacción alérgica a un tinte para el cabello. Cinco años antes de su muerte, McCabe había sufrido de una reacción alérgica a un tatuaje de henna negra; desde entonces cada vez que usaba tintes para el cabello sufría de comezón y erupciones cutáneas. Trágicamente, la última vez que uso el tinte sufrió una seria reacción anafiláctica y murió.
Este artículo no trata de crear pánico, sino de generar conciencia de los potenciales peligros que realizarse tatuajes temporales con henna negra puede llevar, sobre todo en pieles jóvenes o sensibles. La próxima vez que decidas realizarte un tatuaje temporal revisa el color del material y de preferencia no permitas que tus hijos pequeños se realicen uno.
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Fuente: porquenosemeocurrio