Muchas personas pasan la vida quejándose de cosas que no tienen ni la más mínima importancia mientras que, aquellas que pasan por las peores situaciones irónicamente son las que más suelen valorar lo poco que tienen y además, son capaces de tener gestos de bondad hacía con los demás mientras que los que sí tienen, son incapaces de dejar el egoísmo de lado y pensar aunque sea un poco en las necesidades que tendrá aquella persona que nos pide una moneda. ¡Abramos los ojos hacia la cruel realidad, no todos han nacido en cuna de oro!
Nunca es tarde para reflexionar y esperamos que esta historia te deje un gran mensaje.
Don Manuel tiene 68 años y siempre fue muy trabajador desde pequeño pues la economía nunca fue buena en su familia. Jamás le sacó al trabajo duro de diario pero el tiempo hizo lo suyo y finalmente llegó a su jubilación aunque Don Manuel no quería abandonar su empleo pues le sería imposible sobrevivir con 60 dólares al mes, sin embargo, no había mucho que hacer, su jubilación era sí o sí.
Creo que todos estaremos de acuerdo en que es imposible sobrevivir al mes con tan poco dinero y aunque Don Manuel trataba de economizar lo mejor posible, era absurdo solventar gastos. Así que sus hijos comenzaron a ayudarlo pero con el tiempo y los gastos personales de ellos, le retiraron la ayuda a su padre y entonces don Manuel tomó una decisión que nadie hubiese imaginado jamás.
Un día como cualquier otro, en que Don Manuel se levantaba temprano y sacaba pendientes, decidió hacer el super, lo que nadie puede entender es en qué momento decidió robarse unos panes y guardárselos en los bolsillos. Evidentemente cuando el guardia se dio cuenta, no dudó en llamar a las autoridades para que se lo llevara preso.
Su acción les costó aproximadamente 280 dólares a sus hijos, a los cuales les fue muy difícil conseguir el dinero pero terminaron lográndolo, lo realmente impactante y conmovedor es su declaración ante el juez:
¨Por mi jubilación recibo muy poco y sinceramente no me alcanza para nada. Me he vuelto una carga para mis hijos y precisamente eso es lo que nunca quise. No me ha importado robar pues mi intención era que me metieran preso, así tendría el pan de cada día aunque fuese un plato de frijoles y además, un techo donde vivir. A veces ya no tengo ni para una tortilla y esto cada vez se vuelve más frecuente, es muy lamentable como terminamos algunas personas¨, dijo Don Manuel al juez.
Con esta declaración incluso hasta el juez se aclaró la garganta mientras que los demás presentes agacharon la mirada y otros más no lograron contener las lágrimas, así como Don Manuel.
Don Manuel salió en libertad sin pagar la fianza y además el juez se comprometió a buscar la manera de que su sueldo aumente más, lo suficiente para que Don Manuel no vuelva a pasar un solo día con hambre.
¿Qué opinas de esta historia? ¿De verdad crees que tus problemas actuales son más graves que la situación de Don Manuel? Abramos un poquito más nuestro corazón y permitámonos compartir con aquellos que más necesidad tienen. Si apoyas la decisión del juez no olvides apoyar con un like y compártela.
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Fuente: porquenosemeocurrio/ Dailymail