Todos estarán de acuerdo que no hay mayor preocupación de un padre que cuando sus hijos enferman y es que verlos mal simplemente nos rompe el corazón.
Es una situación muy mortificante, quieres atender instantáneamente su sentir y hacer lo posible por aliviarlos, es insoportable verlos mal y llorando, una angustia terrible que creo todos han sentido en alguna ocasión.
Cuando esto ocurre hacemos todo lo posible por aliviar su padecer, pero muchas veces sentimos perder el control, la angustia y desesperación se apoderan de nosotros y lo único que deseamos es que todo se resuelva cuanto antes para que vuelva nuestra tranquilidad, ¿cierto?
Existen un sinfín de enfermedades que pudiesen padecer tus pequeños, pero en esta ocasión nos centraremos en la fiebre, la cual se define como el aumento de la temperatura corporal, la cual sirve para que nuestro organismo luche contra las infecciones. Cuando la temperatura corporal aumenta es porque nuestro cuerpo está activando las defensas, lo primordial no es bajarla sino averiguar el motivo por el cual se elevó.
Debemos observar detenidamente los síntomas que presenta el pequeño para poder saber las causas de dicha fiebre. Con frecuencia, la temperatura de los pequeños sube debido a leves infecciones en las vías respiratorias (resfriados, gripe y faringitis) o del aparato digestivo (gastroenteritis y deshidratación).
Diversas temperaturas y reacciones de los niños
Generalmente siempre detectamos la fiebre de los pequeños al tocar su frente o partes de su cuerpo, pero para saber exactamente la temperatura de estos es necesario el uso de un termómetro de mercurio, el cual es colocado en la axila o en el recto. Cabe mencionar que también existen termómetros digitales actualmente, los cuales también se colocan en la axila del pequeño o en su frente. Cuando la temperatura supera los 37,5 °C en la axila o los 38 °C en el recto, es cuando podemos decir que tiene fiebre aunque hasta los 39 °C puede considerarse moderada, sin embargo, si sobrepasa esa temperatura ya es de alarmarse pues puede considerarse alta y el pequeño podría sufrir convulsiones.
La fiebre de menos de 38 ºC en niños y bebés:
Especialistas aseguran que no es recomendable tratar de bajar la fiebre cuando la temperatura no sobrepasa los 38 °C, pues se considera una defensa para combatir la infección que el niño presente. Además, tampoco se recomienda usar medicamentos antitérmicos que sólo irritarán su estómago si este se mira bien, pero de lo contrario, se recomienda paracetamol y que beba muchos líquidos, tales como agua natural o de sabor, té, caldos, etcétera y que no se arrope.
La fiebre por encima de 38 ºC en niños y bebés:
Como lo mencionamos, hasta los 39 ºC la temperatura puede considerarse moderada. Dependiendo de la edad del pequeño y como ya se mencionó, se le debe administrar paracetamol o ibuprofeno, además de no dejar de lado los líquidos y bañar al pequeño con agua tibia, un baño aproximado de 30 minutos, suficiente para bajar la fiebre a una temperatura aceptable.
¿Cuándo es necesario bajar la fiebre de los niños?
Cuando la fiebre supere los 40 °C en los niños y en los lactantes los 39 o 39,5 ºC, no dudes ni por un segundo en hacer todo lo posible por bajársela, pero cuando esta ya supera los 41 ºC o los 40 ºC en menores de 3 meses, lo mejor es acudir con un médico urgentemente para regulársela. Cuando además de la fiebre presente síntomas como dolor en las articulaciones, de cabeza o fuertes molestias, lo más recomendable es la ingesta de medicamento (recetado por un médico).
En caso de no querer administrar medicamento, lo más efectivo es el uso de compresas de agua a una temperatura tibia en la frente o bañar al pequeño igual en agua tibia y no arroparlo.
Las recomendaciones pueden ser muchas pero lo mejor es acudir al pediatra de tu pequeño, sobre todo si la fiebre es muy alta y si a pesar de los remedios utilizados parece no bajarle o notas que respira con dificultad, se mira muy decaído, adormilado, irritado, presenta manchas en la piel o en el peor de los casos, convulsiona.
Si la fiebre no es alta, tenemos para ti estas increíbles y efectivas recetas caseras:
Patatas en calcetines: solo debes partir una patata en rodajas, colocarlas en los calcetines de tus niños y ponérselos, esto ayudará mucho a que baje la fiebre.
Mucho líquido y comida helada o fría: el helado además de delicioso es buenísimo para lograr bajar la fiebre.
Paño frío en la frente: este es el más común. Moja un paño con agua fría y colócalo en su frente. Cámbialo constantemente.
Estas recomendaciones pueden serte muy útiles pero lo mejor siempre será acudir con un especialista y no auto medicarse jamás. No olvides compartirlo con tus conocidos, la información podría ser de gran ayuda para todas las mamis. 🙂
Fuente: porquenosemeocurrio