El SeaBubble es un vehículo eléctrico con capacidad para cuatro pasajeros, incluido el conductor, que es capaz de volar sobre las aguas y está especialmente indicado para la navegación fluvial. Se trata de un invento francés con vocación ecológica, que no hace ruido ni provoca olas.
Se ha diseñado pensando en su uso en grandes ciudades con río, como París, Londres y Nueva York, donde podría aliviar la congestión de tráfico y reducir la contaminación; además, constituiría un nuevo atractivo turístico sin ningún impacto negativo sobre el medio ambiente.
Construido con material biodegradable, su velocidad máxima se adaptará a los límites fluviales y la reglamentación de cada ciudad –en el caso de París, esta velocidad es de unos 18 km/h– y dispone de autonomía para unos 80-100 kilómetros. El vehículo, con forma de burbuja, se propulsa gracias a dos motores eléctricos que consiguen elevarlo por encima del agua, de manera que solo sus cuatro aletas permanecen en contacto con la superficie.
El próximo agosto está previsto que se inicien las pruebas con prototipos, en enero de 2017 se acometerá su producción y en mayo tienen planeado realizar la entrega de las primeras unidades. Detrás de este proyecto se encuentran Anders Bringdal y Alain Thébault; este último es además el padre del Hydroptère, barco volador en que se han inspirado para crear el SeaBubble.
El Ayuntamiento de París ha mostrado su interés por los ecológicos SeaBubbles –la alcaldesa, Anne Hidalgo, ha manifestado su deseo de que la suya sea la primera capital en la que se testen los prototipos–, y, según Le Parisien, el ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, ya ha encargado un par de unidades que estarán destinadas al servicio de aduanas.
Fuente: muyinteresante