La Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso, aprobó por una gran mayoría, 331 votos a favor y una sola abstención, un proyecto de ley que le impone la castración química a los condenados por pederastia.
La ley también dice que esos delincuentes sexuales no tendrán derecho a solicitar la suspensión de la condena y que los reincidentes en este tipo de delito sexual serán sentenciados a la pena de cadena perpetua.
Este procedimiento consiste en una serie de inyecciones que recibe el pederasta con el objetivo de reducir drásticamente su nivel de testosterona, para así eliminar su apetito sexual, aunque los efectos de este tratamiento son reversibles.
El anterior presidente ruso, Dimitri Medvedev, abogó por efectuar cambios en la ley contra los delitos sexuales a menores dejando claro que “las penas contra los pederastas deberían ser tan severas como fuesen posibles y que un enfoque liberal en este asunto sería totalmente inaceptable”, afirmó según la agencia de noticias RIA Novosti.
La castración química de pederastas ya está en vigor en países como Reino Unido, Francia, Dinamarca, Alemania, Polonia, Noruega, Suecia, Israel, Canadá y en diversos estados de E.E.U.U.
Los violadores de menores sólo podían ser condenados a entre ocho y 15 años de prisión y los condenados por abusos sexuales a niños menores de 16 años podían ser sancionados únicamente con una multa, hasta 2009 cuando se realizó la última reforma de la ley contra delitos sexuales donde se aumentaron las penas por pederastia.
En ese año Rusia sufrió un aumento de los casos de abusos contra menores y más de 9.500 niños fueron víctimas de estos delitos, un millar fueron violados y un tercio eran menores de 14 años.
Por ese motivo la ley fue modificada para aumentar las penas de prisión hasta un máximo de 20 años, pero a pesar de ello muchos condenados continúan reincidiendo.
Diversos grupos de Derechos humanos en Rusia y personalidades políticas han señalado que las leyes liberales y una interpretación indulgente de la ley por parte de los tribunales han permitido que muchos de estos delincuentes sexuales no sean castigados o reincidan después de cumplir un breve periodo en prisión.