Rebeldes sirios decapitan a un niño de 12 años

  • La víctima, posiblemente un refugiado palestino del norte de Alepo, estaba herida en una pierna | La milicia Nuredin al Zinki ha sido financiada por Estados Unidos al considerarla ‘moderada’

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Es una visión insoportable. Un grupo de rebeldes sirios se burla de un niño herido en una pierna, medio desmayado, al que acaban de transportar en una camioneta. Uno de ellos le agarra del pelo y otro le da cachetes. Poco después, el individuo que le agarraba del pelo lo tumba boca abajo al borde de la camioneta, le sujeta las muñecas con una mano y con la otra lo degüella usando una navaja. Lo degüella y le corta la cabeza, que luego exhibe en alto, dando gritos.

El vídeo ha aparecido en redes sociales y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) cree que la víctima no tendría más de 12 o 13 años. Los milicianos, en la primera parte de la grabación, afirman que el niño pertenece a la brigada Al Qods, formada por palestinos que apoyan al régimen de Bashar el Asad. Uno de ellos dice que El Asad “ya no tiene hombres, ahora nos envía niños”. Otro dice: “Estos son tus perros, Bashar”. Al final del vídeo, el asesino grita: “No dejaremos ni uno en Handarat”, el campo de refugiados al norte de Alepo que las fuerzas del régimen tratan de reconquistar desde abril. Un poco más al sur, días atrás cortaron la carretera del Castillo, dejando aislada Alepo.

Rami Abdel Rahman, responsable del OSDH, cree que “el niño no tiene más de 13 años y fue capturado el martes en la zona de Handarat, pero el incidente –es decir, la decapitación- tuvo lugar en una zona rebelde de Alepo, el barrio de Al Mashad, para ser exactos”.Abdel Rahman no pudo confirmar si se trataba de un niño palestino, aunque señaló que la brigada Al Quds negó que fuera uno de sus combatientes.

El grupo de asesinos pertenece a la brigada Nuredin al Zinki, una de las cinco milicias que actúan en el norte de Alepo, según el OSDH. Esta milicia, cuyo campo de acción se limita a Alepo, fue creada en el 2011 y formó parte de una coalición moderada, apoyada y financiada por Estados Unidos, Fateh Halap o Ejército de la Conquista de Alepo, que hace un año constaba de 14 grupos. Nuredin al Zinki recibió financiación a través de la CIA al menos hasta diciembre del 2014, cuando Barack Obama decidió reducir a la mitad, o suspender en algún caso, los fondos para las milicias rebeldes. Según The Daily Beast , el grupo no se vio afectado por el recorte y sus 1.000 combatientes siguieron cobrando. El motivo, tal como publicó en su día McClatchy, fue que Washington prefirió seguir apoyando a aquellas brigadas que luchaban en Alepo.

Tres de grupos que componen Fateh Halap se han quejado del espantoso crimen, según el analista Charles Lister, y el degollador habría sido detenido. Nuredin al Zinki emitió un comunicado y diciendo que se trataba de “un error individual que no representa la política general del grupo”. “Las personas que llevaron a cabo esta violación fueron arrestadas y entregadas” a un comité judicial.

Pero no hay duda de que todos son cómplices. A primeros de julio, Amnistía Internacional publicó un informe acusando a grupos rebeldes de crímenes de guerra y de “una ola de secuestros, torturas y ejecuciones sumarias”.

Las decapitaciones no han sido una característica propia del Estado Islámico o de milicias radicales. También los soldados de Bashar el Asad se fotografiaron con las cabezas cortadas de sus enemigos tras la reconquista de Palmira y las exhibieron en las redes sociales.

Pero nunca hasta ahora se habían divulgado imágenes de un acto tan inhumano como la decapitación de un niño desvalido, herido, casi desmayado.

Fuente: lavanguardia




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