Se puede hablar durante horas sobre la enigmática y difícil cultura japonesa, compleja de entender, ¡es tan diferente a la nuestra! Inclusive hoy en día este contemporáneo y tecnológico país sigue conservando un vínculo fuerte con sus raíces y tradiciones. ¿Será este el secreto de su prosperidad?
Trajimos para ti algunos proverbios y dichos japoneses que te ayudarán a acercarte un poco al entendimiento del alma de un japonés.
- Si puedes resolver el problema, no vale la pena preocuparse por eso; si no se puede solucionar, no tiene caso.
- Si ya lo pensaste, atrévete; si ya te atreviste, no lo pienses.
- No detengas a quien se quiere ir, no corras a quien acaba de llegar.
- Rápido, es despacio pero sin pausas.
- Es mejor ser enemigo de una buena persona, que amigo de una mala.
- Sin personas ordinarias no existen personas grandes.
- Quien desea mucho llegar a la cima, se inventará una escalera.
- El marido y la mujer se deben parecer a las manos y los ojos: cuando una mano siente dolor, los ojos lloran; cuando lloran los ojos, las manos quitan las lágrimas.
- El Sol no sabe quién tiene razón y quién está equivocado. El Sol brilla sin el objetivo de darle calor a alguien. El que se encuentra a sí mismo es como el Sol.
- El mar es grande porque no desprecia los riachuelos.
- Hasta el camino lejano empieza con uno cercano.
- Quien bebe no conoce el daño del vino; quien no bebe, no conoce sus virtudes.
- Incluso si únicamente necesitaras la espada una sola vez en tu vida, siempre debes cargarla.
- Las flores bonitas no dan buenos frutos.
- La pena, como un vestido desgastado, se tiene que dejar en la casa.
- Cuando hay amor, las marcas de viruela son igual de bellas que los hoyuelos en las mejillas.
- Nadie tropieza acostado en la cama.
- Una palabra buena puede darte calor durante los tres meses de invierno.
- Cede el paso a los tontos y los locos.
- Cuando dibujas una rama debes escuchar el suspiro del aire.
- Cerciórate 7 veces antes de dudar de una persona.
- Haz todo lo que puedas, en lo demás confía en el destino.
- La honestidad exagerada limita con la estupidez.
- A la casa donde se ríen, viene la felicidad.
- La victoria es para aquel que aguanta una hora más que su rival.
- Puede suceder que una hoja se hunda y una piedra se mantenga a flote.
- A la cara que sonríe no se le lanzan flechas.
- Un té y un arroz fríos se pueden aguantar, pero una mirada y una palabra fría son insoportables.
- A los 10 años, un milagro; a los 20, un genio; después de 30, una persona ordinaria.
- Si una mujer quiere algo, atravesará una montaña.
- Es un minuto de vergüenza por preguntar, y toda la vida por ignorancia.
- Un jarrón perfecto nunca sale de las manos de un mal maestro.
- No tengas miedo de inclinarte un poco, te enderezarás más.
- Los ríos profundos fluyen en silencio.
- Si empiezas el camino por tu propia voluntad, mil ri te parecerán uno. (Nota: un ri equivale a cerca de 4 km)
Fuente: genial.guru