Los hay románticos y empalagosos. Los hay que dan mucho vértigo o los que sirven para hacer puenting. También los hay de película, peatonales, de coches o de trenes. Luego están los que unen a los pueblos o los que separan a las familias. Y, por supuesto, los que llaman la atención por su arquitectura vanguardista. Un puente es mucho más que la estructura que une dos orillas. Te proponemos diez de los más espectaculares de Europa.
1. Puente del Fuerte de Roovere (Halsteren, Holanda)
¿Cuántas veces has soñado que caminas sobre el agua? En este puente holandés prácticamente se cumple la leyenda bíblica. De ahí que se le conozca coloquialmente como el Puente de Moisés. Es el único acceso al Fuerte de Roovere y la manera más sencilla de atravesar los fosos que protegen la fortaleza. Cruzarlo es como cumplir sueño.
2. Puente 25 de Abril (Lisboa, Portugal)
Llegar a Lisboa y atravesar el Puente 25 de Abril es una experiencia de vértigo. Hay quien lo compara con el Golden Gate de San Francisco, aunque poco le tiene que envidiar: con más de 2.200 metros de longitud, puede presumir de ser el puente colgante más largo de Europa. Y su nombre, por si no fuiste a clase ese día, hace honor a la Revolución de los Claveles de 1974.
3. Puente de Bastei (Lohmen, Alemania)
Cruzarlo es como sobrevolar el río Elba. Se ha convertido en un lugar bucólico donde ya es habitual ir a pedir matrimonio. El color de la piedra consigue un efecto camaleón: es decir, se mimetiza con el paisaje. La explicación es que este puente peatonal fue construido en 1851 a base de piedra arenisca del mismo Parque Nacional de Suiza-Sajonia.
4. Puente de Gard (Francia)
Tiene los mismos años que Cristo: 2000. Este antiquísimo acueducto romano del siglo I fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. El entorno es mágico y podemos decir que es uno de los monumentos de Francia más visitados del país junto a Nôtre Dame y la Torre Eiffel. ¡Amaizing!
5. Puente de las Cadenas (Budapest, Hungría)
Une Buda y Pest, dos ciudades separadas por el Danubio. Junto al Castillo de Buda y el Parlamento húngaro, el Puente de las Cadenas es uno de los símbolos más fotografiados de la ciudad. Fíjate en la boca de los leones. No es fácil verles la lengua. Cuenta la leyenda que su escultor (Janós Marschalkó) olvidó ese pequeño detalle y, como no pudo aguantar las críticas, se suicidó lanzándose al Danubio. Pero es sólo una leyenda.
6. Puente de Mostar (Bosnia-Herzegovina)
Cruza el río Neretva e, igual que el de las Cadenas de Budapest, el puente simboliza la unión entre dos pueblos: en este caso era el único punto de conexión entre los cristianos y musulmanes que convivían en Mostar hace varios siglos. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y logró mantenerse en pie durante casi medio siglo hasta que fue completamente derribado en la Guerra de Yugoslavia. Pasados los años fue reconstruido y pasó a formar parte de la historia.
7. Puente Milvio (Roma, Italia)
Su fama se la debe al escritor Federico Moccia. Gracias a sus novelas, miles y miles de parejas van a este lugar para poner un candado y después tirar la llave al río Tiber. Ya es un ritual. Ese es el motivo por el que ha sido rebautizado como “El Puente de los Candados”. Tal fue el éxito de la novela que cada vez iban más enamorados a colgar sus candados, hasta el peso cedió y se cayeron varias farolas. En 2012 el Ayuntamiento de Roma prohibió que se colgaran más. Pero nada puede con el amor: y hoy en día sigue a rebosar.
8. Puente de los Suspiros (Venecia, Italia)
Y para romanticismo empalagoso, el que rodea al Puente de los Suspiros. No hay pareja que se resista a subirse a una góndola y besarse justo debajo. Eso sí, es muy curioso ver cómo los enamorados lo cruzan cumpliendo con este ritual. No hay beso sin puente. Y no hay puente sin beso.
9. Viaducto de Millau (Aveyron, Francia)
En la lejanía, creerás haber llegado al mar. Y no, no es que te hayas vuelto loco/a, es que la estampa recuerda a una hilera de veleros que hacen cola para entrar al Valle del Tarn. Mide unos 340 metros (es más alto incluso que la Torre Eiffel) y 2.460 metros de largo y es uno de esos puentes de vanguardia que tanto le gustan a su diseñador: al gran Norman Foster.
10. Puente de la Capilla (Lucerna, Suiza)
Veterano donde los haya. Entre el Lago de Lucerna y el Río Reuss, es el puente cubierto más antiguo de Europa (data del siglo XIV). Sin embargo, su suerte cambió por culpa de un incendio que lo calcinó a principios de los 90. Afortunadamente la madera y sus pinturas fueron restauradas y sigue siendo todo un símbolo para los suizos.
Fuente: codigonuevo