La prevención es la primera medida que todas las mujeres debemos tomar para evitar un cáncer de mama. Chequearnos regularmente, realizar el autoexamen, alimentarnos de manera sana, mantener nuestra masa corporal. Pero, a veces no disponemos de tiempo para el chequeo y el autoexamen. Ahí es cuando viene el problema.
Por eso, este nuevo brasier llamado Eva ha venido a resolver los problemas de detección.
El brasier es un diseño e idea de Julián Ríos, un chico mexicano de 17 años que vivió una experiencia traumática recientemente. Su mamá sufrió cáncer de mama, y como no le detectaron a tiempo la enfermedad casi muere, pero perdió sus mamas.
El brasier está compuesto por 200 biosensores muy pequeños, capaces de mapear la superficie de la mama y determinar la conductividad térmica. Si el calor aumenta en una zona del cuerpo, eso significa que hay mayor flujo de sangre. ¿Qué indica esto? que podría haber alguna infección o afección que está alimentándose del flujo de sangre, y por eso aumenta.
Según el propio Ríos, son los algoritmos la base del buen funcionamiento de este diseño: “El algoritmo hace que los datos térmicos que recopilan los sensores, midan las curvas de conductividad térmica. Los quistes y las malformaciones tienen diferentes curvas. El algoritmo ve la curva y reconoce si se asemeja muchísimo a la de un quiste, a partir de las imágenes de la base de datos que ya tenemos. Mediante los cientos de árboles de decisión, determina qué tipo de cáncer es y en qué fase es más probable que se encuentre”.
Ojalá, en los próximos meses su efectividad continué previniendo enfermedades y salvando vidas.
Fuente: perfecto.guru