Meditar conservará tu cerebro 7 años más joven

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La meditación es una práctica milenaria que ha comenzado a llamar la atención de los neurocientíficos. De hecho, ahora sabemos que no solo nos ayuda a calmar la mente y reencontrar la paz sino que también tiene un increíble efecto sobre el cerebro, incidiendo en su estructura y funcionamiento.

La meditación previene el envejecimiento neuronal

Un estudio realizado en la UCLA reveló que si deseas cuidar tu cerebro y mantenerlo joven, la meditación es una excelente herramienta. Los investigadores analizaron cientos de imágenes de los cerebros de personas de diferentes edades para descubrir el patrón de envejecimiento normal, sobre todo en la materia gris y blanca.

Luego analizaron el cerebro de 50 personas que tenían una media de 51 años y que llevaban dos décadas practicando la meditación. Compararon las imágenes de sus escáneres cerebrales con las de personas sanas de su misma edad que nunca habían meditado.

Realizaron un descubrimiento asombroso: el cerebro de las personas que meditaban era, como media, 7,5 años más joven que el del resto de los participantes. Y lo más curioso es que este efecto era aún más pronunciado mientras mayores eran las personas. Es decir, mientras más pasaba el tiempo, más parecía proteger la meditación del envejecimiento y la atrofia neuronal, aumentando la brecha entre las personas que meditaban y quienes no.

¿Qué sucede en el cerebro a medida que envejece?

Con el paso de los años al igual que el resto de los órganos, el cerebro envejece, se va produciendo una atrofia neuronal, lo cual significa que ocurre una disminución del tamaño celular y del árbol dendrítico por lo que es más difícil establecer las conexiones neuronales.

Los estudios también han revelado que se produce una disminución sel peso y volumen del encéfalo, así como un incremento del tamaño de los surcos y una disminución en el grosor de la corteza cerebral. Además, se produce una muerte neuronal y disminuye el número de neurotransmisores, en especial la acetilcolina, que también está implicada en la enfermedad de Alzheimer y cuyo déficit afecta la memoria.

Todos estos cambios asociados a la edad son los principales responsables del declive de las funciones intelectuales y cognitivas que se produce en la vejez.

Mantener el cerebro joven significa retrasar los cambios propios del envejecimiento, de manera que no solo podremos preservar nuestras funciones cognitivas durante más tiempo sino que también podremos prevenir la aparición de las enfermedades neurodegenerativas.

¿Es realmente tan maravillosa la meditación?

No se trata de la primera investigación que pone de manifiesto los efectos de la meditación en el cerebro. De hecho, se han realizado diferentes metaanálisis en los que se han recopilado los datos de decenas de estudios, uno de ellos fue realizado por investigadores de la University of British Columbia, quienes se dieron a la tarea de sistematizar los resultados hallados en 21 estudios que incluían unas 300 personas que practicaban la meditación.

Estos investigadores concluyeron que, efectivamente, en las personas que meditaban se apreciaban diferencias en ocho zonas del cerebro:

– Cortex del cíngulo anterior, un área que no solo interviene en la regulación del ritmo cardíaco y la presión sanguínea sino también en la toma de decisiones y la empatía.

– Corteza frontopolar, que interviene en la conciencia de sí mismo.

– Corteza sensorial y la ínsula, vinculadas con la percepción del cuerpo, tanto a nivel exteroceptivo como interoceptivo.

– Hipocampo, relacionado con la consolidación de los recuerdos y la memoria.

– Corteza orbitofrontal y giro cingulado anterior y medio, zonas relacionadas con el “yo” y la regulación emocional.

– Cuerpo calloso, una zona que facilita la comunicación entre los hemisferios, esencial para la creatividad.

En cualquier caso, y a menos que sufras alguno de los efectos adversos de la meditación, algo que le ocurre a poquísimas personas, esta práctica es muy conveniente ya que te permitirá reencontrar el equilibrio psicológico y la serenidad en la vida cotidiana, ayudándote además a mantenerte más atento y relajado.

Fuente: rinconpsicologia



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