Donald Trump la vuelve a liar mezclando sin sentido misiles con chocolate.
Trump y el presidente chino Xi Jinping comían juntos. Llegados a los postres, una maravillosa tarta de chocolate se presentó ante los comensales. A Xi se le hizo la boca agua. Y Trump decidió que era el momento ideal para bombardear Siria.
Obviamente, quería decir Siria. Pero en los medios estadounidenses se dice y se comenta que ese lapsus linguae esconde otras intenciones.
En la entrevista también celebra que todos los misiles dieran en el blanco, cosa que no es cierta como delcaró el general Jospeh Votel, que lidera las tropas del Medio, para el telediario de la CBS. Y entusiasmado como un niño con sus juguetes, dice que la tecnología es “increíble” y “brillante”.
Mezclar pasteles con bombas nunca ha sido ni será una buena idea. Ahora sólo es cuestión de tiempo que alguna marca comercialice a gran escala el “Trumcake”. No hace falta decir con qué ingrediente estrella.
Fuente: playgroundmag