Madre da a luz a 3 bebés con piel oscura; allí el padre mira de cerca y rompe en llanto

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Por desgracia, aún en pleno siglo 21, año 2017, el racismo y los prejuicios están muy arraigados en algunas culturas. Aaron y Rachel Halbert lo han vivido en carne propia, son testigos de ello, y todo por actuar de forma amorosa y desinteresada.

Todo comenzó cuando esta pareja de cristianos evangélicos decidió adoptar a dos pequeños afroamericanos. Estaban convencidos de que, siendo ambos pro-vida, la adopción era una forma de ser congruentes con sus principios y, sabiendo que es mucho más difícil que un niño no caucásico sea adoptado, decidieron que lo harían de esta manera; después de todo, si Dios quería que tuvieran un hijo caucásico entonces seguramente Rachel concebiría. Viviendo ellos en una zona donde las familias interraciales no son bien vistas, sabían que provocarían una tormenta de reacciones, aun así estaban seguros de su decisión.

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Sabíamos que, especialmente en el sur de los EE.UU, una pareja blanca con hijos de piel más oscura iba a provocar muchas reacciones. Siempre hay una señora mayor blanca en el supermercado que nos mira con asco, o una madre afroamericana que nos mira y sólo niega con la cabeza”, contó Aaron a Washington Post.

Sin embargo, ellos disfrutaban de su familia y estaban seguros de que habían hecho lo correcto. Luego, cuando escucharon sobre la adopción de embriones decidieron que su familia crecería y fue así que Rachel se implantó dos embriones afroamericanos que habían estado congelados por 15 años.

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”Entendieron nuestro punto de vista de que nuestros niños tuviesen todos el mismo color de piel y decidieron que la mejor opción era precisamente implantar embriones afroamericanos”, escribe Aaron.

Pero nadie esperaba la noticia que el doctor les daría cuando lo visitaron para ver cómo iban sus pequeños. Uno de los embriones se había dividido en dos en el útero de Rachel, eso significaba que no esperaban gemelos, ¡sino trillizos!

Luego de un parto sin complicaciones mayores, Aaron y Rachel se convirtieron en padres de 3 hermosas bebés. Ahora eran siete los integrantes de esta increíble familia.

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“Es muy reconfortante ver cómo la familia nos ha apoyado de manera abrumadora en nuestra decisión de construir nuestra inusual familia. Estamos viviendo nuestro sueño. Un sueño que quizá no sea el de la mayoría de las familias, pero del que estamos orgullosos que forme parte de la historia de nuestro país”, recuerda Aaron, “Yo me sentía muy feliz cuando, durante el embarazo, veía a mi hijo y mi hija, con su piel oscura y su cabello rizado, besaban el vientre blanco de mi mujer. Cada noche le decían buenas noches a las pequeñas que crecían en su barriga, y ahora pueden de verdad dar las buenas noches a sus hermanas con sus adorables caritas”. 

Aaron describe con estas bellas y emotivas palabras a su familia:

”Recuerdo cómo un amigo que pasaba por un proceso de adopción contaba que siempre había querido ver su familia como una pequeña Naciones Unidas. Cuando veo ahora mi familia, voy incluso más lejos, me atrevo a decir que nuestra foto de familia es un pedacito de cielo”.

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Rachel y Aaron nos han demostrado que los lazos familiares van mucho más allá de la sangre, el ADN o el color de la piel; Un padre es aquel que cría con amor. Las personas tenemos todas el mismo valor y compartimos la misma dignidad, no dejemos que los prejuicios y el racismo no cieguen ante esta verdad. Si estás de acuerdo con esto recuerda compartir esta nota para hacer conciencia.

¿Conoces alguna familia interracial? Cuéntanos su historia en los comentarios. No olvides apoyarnos con un Me Gusta.

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Por un hijo se llora, se ríe, se ama y se odia, se mueve el mundo si es necesario. Porque un hijo es el único ser, al que se ama más que a uno mismo sin importar el color de piel, adn y lazos de sangre.

Mira aquí la historia en video:

Historias que vale la pena compartir 🙂

Fuente: porquenosemeocurrio