Richard Bribiescas, antropólogo y profesor en la Universidad de Yale, ha escrito un libro en defensa de los padres fofisanos.
Durante muchos años, los padres con unos kilos de más han sido una constante en nuestro imaginario.
Gracias a ellos hemos aprendido cosas muy importantes, como que es posible sujetar una lata de cerveza con la barriga o que el cinturón no está hecho para llevarse en la cintura. Pero desde hace unos años este tipo de padre parece condenado a desaparecer: los gimnasios y la buena alimentación están acabando con esta especie.
Y sin embargo, el antropólogo Richard Bribiescas ha demostrado en How Men Age (‘Cómo envejecen los hombres’) que un lento “empeoramiento” físico después de convertirse en padres hace a los hombres más sanos y atractivos, y les da una mayor esperanza de vida.
En el libro se citan diversos experimentos que confirman la hipótesis del científico.
Cuando un hombre engorda disminuyen sus niveles de testosterona y eso facilita el cuidado y la atención a sus hijos
Un estudio ha demostrado que poseer un metabolismo más lento hace que los hombres tengan un 50% menos de posibilidades de morir. Esto, sumado al hecho de que un ligero incremento de peso fortalece el sistema inmune, parece sugerir que los hombres menos delgados gozan de mejor salud.
Pero es que además, cuando un hombre engorda disminuyen sus niveles de testosterona, lo que hace menos probable que trate de buscar otras mujeres fuera de su pareja y facilita que se dedique al cuidado y la atención de sus hijos.
¿Es ser buen padre el nuevo sexy? Al parecer, sí: según afirma otro estudio, las mujeres letonas encuentran más atractivos a los hombres con algo de barriga.
Así que no te lo pienses dos veces. Deja el gimnasio y ponte a tener hijos.
Fuente: playgroundmag