Hay personas que son puntos cardinales, que representan nuestros sentimientos y emociones en su máxima intensidad. Los abuelos son parte de esas personas, personas hogar únicas, entrañables e inolvidables.
Ellos simbolizan una unión generación en el papel que envuelve a un caramelo, en las miradas de complicidad, en el juego permisivo y comprensivo de consentimiento desmedido que crispa a los padres.
Ellos son nuestros recuerdos llenos de complacencia, de disfrute y de ternura. Historias repletas de giros inesperados, cabellos blancos que ondean al vientos y ojos que lucen ante el sol de un paseo sintiendo la calidez de unas manos que son todo amor y comprensión.
Los abuelos tienen un doctorado en amor
El estilo educativo de los abuelos tiene importantes beneficios en un niño. ¿Por qué? Porque los abuelos que cuidan de sus nietos les transmiten numerosas enseñanzas como:
- Aficiones como caminar, cuidar de las plantas, cocinar, etc.
- Tradiciones e historias familiares: a los niños les asombra saber que sus padres fueron una vez pequeños.
- Canciones, juegos y cuentos de antes que están llenas de belleza y enseñanzas.
Por otro lado tanto su posición familiar como su experiencia acumula garantiza un estilo de crianza del cual es tremendamente positivo que los niños se impregnen. Esto es así gracias a que los abuelos tienden a:
- Tener más paciencia y menor estrés en su vida cotidiana. Esto les permite ser más afectuosos con el niño y mostrar de manera constante a los niños este interés afectivo a través de la escucha empática.
- La comunicación emocional es un pilar básico que permite que los nietos se sientan mucho más comprendidos por sus abuelos que por sus padres.
- Corregir con sus nietos los errores que cometieron con sus hijos y, por lo tanto, renovar la visión de los padres sobre ciertos aspectos.
- Al mismo tiempo los abuelos son mucho menos críticos y se centran más en aquellas cosas que están bien que en las que están mal, señalando así las fortalezas del niño más que sus debilidades.
- Otra bonita característica del estilo educativo de los abuelos es que ayudan a los nietos a ir independizándose de los padres, así como a socializarse con personas de diferentes edades.
- Muchas veces los abuelos hacen de abogados de los niños, sirviendo así de puente para validar sentimientos y complicaciones que resultan un obstáculo en la convivencia y comunicación entre padres e hijos.
- Ante una situación de crisis y de desvinculación familiar como puede ser una separación, los abuelos son un apoyo emocional indispensable para los nietos.
Pero ojo, no solo los abuelos dejan huellas en el corazón, sino que los nietos aportan vitalidad, alegría y sostén a sus abuelos de manera inconmensurable. Cuidar de los nietos significa para los abuelos redescubrir el mundo de la mano del asombro, de la inocencia y del amor más incondicional.
A veces los padres pueden sentir que los abuelos les roban el protagonismo, que se sobrepasan dándoles a los niños todo aquello que quieren y nunca les dicen no a nada. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues cada uno tiene su lugar y su papel en la vida de un niño.
En principio con este historial puede esperarse que los niños quieran a sus abuelos por lo que les dan y no por quienes son, pero realmente a los nietos les encantan las tardes con sus abuelos por lo que significan.
Entre otras cosas porque se salen del corsé de las normas con amor, con cuidados y con cariño. Porque la forma en la que recuerdan cada detalles y cada momento hace de la infancia un lugar único y especial. Y porque son los reyes que nunca van a ser destronados.
El amor de los abuelos a sus nietos en tan inmenso que no pueden evitar demostrarlo de todas las formas posibles. Con la cocina, con los regalos, con los dulces, con la presencia, con los besos, con los bolsillos llenos para no privarles de nada, con la atención y con un cuidado que desprende hogar por todos los lugares.
Los niños perciben esta generosidad desbordada como un cariño tan desmedido que les embelesa. Y, cuando los abuelos faltan, los niños no echan de menos los chocolates sino lo que ellos significan: hablar con sus abuelos y escuchar palabras de ánimo, amor y sabiduría.
Al fin y al cabo los abuelos son los mejores fans de sus nietos y los que más refuerzan sus perseverancia, su talento, su determinación y sus triunfos. Y es que nadie como los abuelos percibe tan bien la actitud decidida de sus nietos, sus canciones favoritas y sus ojos brillantes impregnados de pasión.
Por eso, el cuidado de los abuelos refleja un amor puro repleto de alegrías y de objetivos. Un cariño que forma a los niños, que les protege de un modo único que no siempre es comprensible y que es del todo indescriptible.
Este es el motivo por el que los abuelos que cuidan de sus niños dejan una huella imborrable en su alma, un gran legado emocional. Porque todas aquellos caprichos y regalos junto a aquellas veces que corrieron demasiado rápido a calmar el desconsuelo de sus nietos hicieron que el crecimiento de estos se enmarcara en un amor pleno y, por supuesto, puro e incondicional.