Todo nuestro cuerpo tiene puntos que se relacionan con nuestros órganos internos. Observando tus orejas puedes obtener mucha información sobre ti y tu salud. Por eso nos pusimos manos a la obra para enseñarte estos datos tan interesantes.
Lo que nos dicen las orejas
Sirven de identificación. Ya que las orejas no cambian desde que nacemos hasta nuestra vejez, sólo crecen; es una forma útil de identificar a una persona, como una huella digital.
Genética recesiva o dominante. De acuerdo con un estudio, si tus orejas terminan pegadas al cuello, eres de gen recesivo; y si se separan como un gancho, eres de genética dominante.
Enfermedades coronarias. Si tienes un surco que cruza el lóbulo de la oreja es muy probable que tengas una enfermedad arterial coronaria.
Falta de vitaminas y calcio. Si tus orejas tienen un color muy pálido podría significar que tu organismo tiene un bajo nivel de vitaminas y calcio.
Problemas renales. Si tus orejas son de color rojo, esto puede indicar que padeces de afecciones renales.
Afecciones cerebrales. Si tus orejas son de un rojo intenso, podría ser un indicio de pérdida de la memoria, jaquecas constantes y problemas cerebrales. Si además están inflamadas, puede tratarse de un problema crónico.
La reflexología en la oreja
La reflexología es una terapia en la que se trabaja con las terminaciones nerviosas que se conectan con cada área del cuerpo.
En el oído, la reflexología relaciona estos puntos con la silueta de un bebé en posición fetal y los puntos a presionar van en relación con el cuerpo del bebé.
Presionando los puntos de dichas terminaciones se pueden resolver problemas de salud determinados, tanto físicos como emocionales.
Un mapa de reflexología tiene muchos puntos de estimulación y puedes aprender a masajearlos para resolver problemas sencillos como un dolor de cabeza. Para problemas mayores es mejor ir con un experto en la materia.
También algunas personas alivian dolores menores poniendo una pinza en estos puntos:
1. Espalda y hombros.
2. Órganos.
3. Articulaciones.
4. Senos nasales y garganta.
5. Digestión.
6. Cabeza y corazón.
Fuente: genial.guru