Entras a una tienda, te gusta algo y te lo llevas, sin pagar nada, ¿qué te parece esta idea?
En junio 2015 abrió sus puertas en París la primera “boutique sans argent” (tienda sin dinero) dentro de la estación de trenes de Reuilly. La idea es simple: cualquiera puede dejar en la tienda un objeto que ya no necesite (siempre y cuando esté en buen estado), y a su vez cualquiera puede llevarse lo que quiera. No hay dinero ni trueque de por medio. En el negocio puedes encontrar con: ropa, vajilla, pequeños muebles, libros, adornos, juguetes, etc.
Le Siga-siga – París
Esta tienda sin dinero, que se llama “Le Siga-siga“, es una iniciativa de una asociación sin ánimo de lucro. En 2013 se juntaron para gestar espacios donde poder hacerse obsequios sin que mediara el dinero. El objetivo es promover la convivencia y la solidaridad; y una actitud menos consumista, inspirada en la economía circular.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la municipalidad del distrito 12, que es donde se encuentra la tienda, y de la alcaldía de París. Ellos les ceden de manera gratuita el local. Aunque tienen un local fijo la asociación sigue montando eventos de un solo día, que llaman “zonas de gratuidad”, donde promueven que se hagan y se recojan “regalos” con el mismo espíritu.
La buena noticia: ¡la tienda recibe tantas donaciones que ya no tienen espacio para almacenar!
Un caso parecido a”Le Siga-siga” es el de: “Share: la biblioteca de las cosas” donde nada se vende y todo se comparte.
Share – Frome, Inglaterra
La idea de “Share: a library of things” surge de un grupo de jóvenes ingleses. Es una tienda inaugurada en 2015 en Frome, Inglaterra. En Share la gente puede tomar prestados objetos que deben ser devueltos a los 7 días, previo pago de una o cuatro libras esterlinas (1,5 o 5,7 euros). La pregunta que surge de este proyecto es: ¿por qué tenemos que ser dueños de algo cuando lo podemos compartir?
“En nuestros primeros tres meses hemos tenido más de 150 nuevos miembros que se han registrado y han comenzado a pedir prestado. Es increíble lo receptivo que ha sido Frome frente a esta nueva idea. La comunidad se ha unido voluntariamente para sacar adelante este espacio. Nos han ayudado a montar la tienda y han acudido a las sesiones de pintura y de intercambio de habilidades”, dijo uno de los creadores de la iniciativa.
Actualmente, Share tiene 15 voluntarios trabajando en la tienda. Algunos atienden directamente a los clientes, mientras que otros se dedican a arreglar los objetos donados y participan de los talleres organizados en este espacio comunitario. Para mantener la tienda abierta el equipo de Share propone a las personas colaborar con ellos de tres formas: dinero, objetos o tiempo (como voluntarios).
Ábrete Sésamo – Madrid
En Madrid también podemos encontrar un proyecto similar en este caso relacionado con el trueque: La tienda “Ábrete Sésamo“. Esta tienda surgió con el propósito de ayudar a los madrileños a enfrentar la crisis económica. “El desperdicio de unos puede ser el tesoro de otros”, tal como las cosas funcionan en la naturaleza. En esta tienda se puede encontrar: productos de decoración, bisutería, juguetes, música, electrodomésticos, películas, ropa, etc. Lo que es inservible para unos se transforma en algo valioso para otros. De esta manera se genera un círculo virtuoso de intercambio y de consumo responsable.
Funciona de la siguiente manera: quienes desean participar llevan a la tienda los objetos que desean cambiar. Allí se les entrega una puntuación (del 1 a 50) la cual varía según estado y calidad del producto. El total de puntos que acumula una persona se inscribe en una tarjeta personal que le permitirá gastar sus puntos eligiendo los artículos que hay en la tienda.
“No es una tienda para ganar dinero, sino para ayudar a los demás en estos tiempos de crisis y dar la espalda al consumismo”, dice Manuela, una de las promotoras del proyecto. En la tienda también se llevan a cabo talleres para fabricar jabones naturales, de cosmética natural y de reciclaje de materiales de desecho. Además, la ropa que no logra ser cambiada se dona a una ONG del barrio que, a su vez, les facilita el espacio para realizar las clases: ¡trueque y más trueque!
Este tipo de proyectos e ideas hacen un llamamiento a un nuevo tipo de valores, los llamados valores pos-consumistas. Son los nuevos valores debemos anteponer para reemplazar los valores dominantes de consumismo, individualismo y despilfarro. Según Latouche (filósofo, economista e ideólogo del decrecimiento), el altruismo debería sustituir al egoísmo, la cooperación a la competencia desenfrenada, el placer del ocio y la costumbre del juego a la obsesión por el trabajo, la importancia de la vida social al consumo irracional, lo local a lo global, lo razonable a lo racional, lo relacional a lo material, lo cualitativa a lo cuantitativo. Estos valores entrañan una decida opción por el ser y contra el tener. Para lograr alejarnos así del “homo consumens” (de quien hablaba el filósofo Eric Fromm) cuyo único objetivo en la vida es la posesión del mayor número posible de bienes.
A continuación te dejo este excelente documental: <La historia de las cosas>, que explica en 20 minutos el lado oculto de nuestra manera de producción y consumir.
Fuente: muhimu