La bahía de Ussuri, en Rusia, era un vertedero de la era soviética lleno de botellas de vodka y cerveza y de porcelanas, un enorme basurero. Pero gracias al impresionante y fascinante poder de la madre naturaleza, la bahía, cerca de Vladivostok, ahora cuenta con una de las playas más hermosas del mundo.
Durante muchos años, las olas del Pacífico Norte han ido erosionando las botellas rotas de cerveza, vino y vodka en millones de guijarros lisos y coloridos. La zona ha dejado de ser un area detestado para convertirse en una destacada atracción turística.
Mientras que la bahía de Ussuri era antaño considerada una zona peligrosa, las autoridades ahora la consideran una área especialmente protegida llamada Playa del cristal. Y mirando estas imágenes impresionantes, no estamos realmente sorprendidos.
Una vez más, la Naturaleza nos da una monumental lección.
Fuente: culturainquieta