Uno de los motivos principales por los que los pacientes oncológicos recaen en su enfermedad es por la presencia en el organismo de células madre cancerígenas (CMC), resistentes a los tratamientos con quimioterapia y radioterapia. Las CMC se encuentran en los tumores en muy bajo número y tienen como característica importante la formación de las metástasis en sitios diferentes al tumor original. Debido a que en condiciones normales se encuentran en estado durmiente (esto es, sin dividirse), la quimioterapia y la radioterapia no son capaces de destruir estas CMC. De hecho, tras una respuesta inicial al tratamiento, muchos pacientes con cáncer tienen recaídas debido a que las células madres tumorales no habían sido destruidas. En los últimos años, la investigación internacional se ha centrado en la búsqueda de nuevos fármacos que se dirijan selectivamente frente a estas células resistentes, de tal forma que si son eliminadas el tumor será destruido en su totalidad y ello dará lugar a la ansiada curación de los enfermos. Una carrera de décadas , ahora un equipo de investigadores del Instituto Biosanitario de Granada ha logrado dar un paso más en la larga carrera contra el cáncer y ha hallado un medicamento que ataca y destruye a esas células madre cancerígenas en tres tipos concretos de tumores: colon, mama y melanoma (piel).
El logro llega tras 20 años probando más de 2.000 compuestos. La unión hace la fuerza y el hito ha sido posible gracias a la convergencia de los científicos del grupo ‘Terapias avanzadas: diferenciación, regeneración y cáncer’, que dirige el catedrático de la Facultad de Medicina Juan Antonio Marchal. Junto a él, colaboran Joaquín Campos, de la Facultad de Farmacia, y María Ángel García, del hospital Virgen de las Nieves, así como las universidades de Jaén y Miami (Estados Unidos).Al fármaco lo han llamado Bozepinib y abre una puerta a la esperanza.Por lo pronto, el producto ha demostrado su actividad frente al cáncer y además es selectivo, ya que actúa únicamente sobre las células madre tumorales, por lo que se reduce la toxicidad habitual en este tipo de compuestos, que suelen atacar también –de manera indeseada por los médicos– a células sanas, provocando la caída del pelo o alteraciones gastrointestinales. Así lo defienden los investigadores, quienes han publicado sus avances en la revista ‘Oncotarget’. La limitación, de momento, es que la experiencia solo se ha probado con resultados positivos en ratones. A los animales se les había inducido previamente cáncer de mama, colon o melanoma y con la utilización de Bozepinib se bajó en ellos la formación de metástasis. Ahora, los investigadores quieren estudiar la actividad de este compuesto en un espectro más amplio de tumores. Y si tuvieran más financiación,se adentrarían en la realización de estudios más específicos de seguridad que les permitieran, finalmente, poner en marcha un ensayo clínico fase I, en pacientes. En cuanto a su futura utilización clínica, si ésta llegase, Marchal apuntó a que lo ideal sería una combinación de tratamientos. Así, en primer lugar se realizaría una cirugía para destruir al máximo la masa tumoral y después combinar este fármaco con quimioterapia a dosis más bajas.
Fuente: guiamedica