La joven se suicidó después de sufrir acoso y abuso sexual por parte de sus compañeros. Su muerte conmovió a la comunidad educativa.
Cassidy Trevan tenía 13 años cuando sus compañeros de clase decidieron llevar el acoso al que la sometían desde hace años a otro nivel. Dos de ellos la violaron en una casa de Melbourne, Australia, donde la habían llevado engañada. Dos años después se suicidó por estos hechos delictivos y por el bullying que padeció a raíz de esta situación.
Antes de quitarse la vida, la adolescente escribió una carta dirigida a jóvenes que como ella han padecido el drama del acoso y para ayudar a posibles víctimas. Pero ésta nunca llegó a su destino. Hasta ahora. La misiva fue descubierta en su ordenador hace poco por su madre, quien decidió hacerla pública para que se conociera su historia y así alertar al resto de sus compañeros -unos 1.500 estudiantes asistían a la institución- sobre lo que ocurrió.
La madre de la menor, le contó a Nine News, un medio local, cuáles eran los temores que acorralaron hasta el final a su hija. “Temía que la acosadora principal le enviara nuevamente a los chicos para que la violasen de nuevo. Una vez hasta tuvo un ataque de pánico, pensando que estaban yendo a buscarla”, concluyó.
Esta es la carta con la que Cassidy Trevan y su madre quisieron concienciar al mundo sobre este problema que, según la Organización Mundial de la Salud, con estadísticas tomadas de 35 países, afecta al 24 % de los niños con edades comprendidas entre los 11 y 15 años. Así mismo, la revista Cepal de la Comisión Económica para América Latina indica que el 51,1% de los estudiantes que cursan el último grado de primaria recibe insultos, amenazas, golpes y robos, sin que exista ninguna medida de sanción pertinente para sus compañeros.
“Advertencia a todos los estudiantes:
Yo era alumna y fui violada por algunos de los estudiantes que todavía concurren a esa escuela. Sé que esto puede sonar como que quiero llamar la atención, pero honestamente está lejos de eso. Tengo muchos motivos para hacer esto, los cuales explicaré.
Mi objetivo es alertar a otras personas (en su mayoría estudiantes, pero también a los padres) acerca de lo que ocurre porque estoy preocupada; si pudieron hacérmelo a mí, podrían hacérselo a cualquier otra chica como yo o al menos intentarlo. Tú tienes en verdad el poder para detener que esto ocurra. Recuerda que quienes me hicieron esto eran alumnos de escuela. Es difícil de creer, lo sé. Pero es la verdad.
No hago esto por venganza para aquellos estudiantes que me violaron, armaron la violación, me acosaron por la violación, se burlaron por la violación o cualquiera de esas cosas. Tampoco lo hago para llamar la atención como mencioné antes, quiero dejarlo en claro.
Hago esto por los más de 1.500 alumnos entre 7 y 12 años y que deben estar advertidos. Lo siento porque me pasó a mí y porque el personal de la escuela no hizo nada para ayudarme. Es ahora mi deber advertirles y que sepan qué ocurrió.
También hago esto por mí. Quiero finalmente, después de un año y medio, ser dejada en paz. Es sorprendente cómo tantos estudiantes del instituto han escuchado historias sobre mí y lo raro que todavía se hablen cosas sobre mi vida por estos días. Todavía soy contactada en Facebook por alumnos que nunca conocí y que me insultan‘. Me fui de la escuela, de casa y todavía soy contactada y sufro bullying. No puedo detener los rumores, pero al menos podría intentar contar lo que en verdad ocurrió. Pero como dije, honestamente es más por el resto de los estudiantes que están inadvertidos de esto y que están en peligro por estos otros alumnos.
Mi nombre es Cassidy Trevan y fui violada.
Si alguna vez alguien trata de violarte ¡vale la pena luchar! ¡Lucha! Si no lo haces, te arrepentirás por el resto de tu vida como lo hice yo. Puedes hacerlo”.
Fuente: semana