Allá por el año 1995 los australianos Eduard Neetz y Casey Dean compraron una hamburguesa para uno de sus amigos pero él finalmente no se la comió, por eso ellos movidos por su curiosidad decidieron guardar este «manjar» y lo colocaron (con todo y envoltura) en una caja para abrirla sólo 20 años después.
Luego de 20 años Eduard y Casey se han convertido en adultos y hasta han envejecido un poco.
Lo que no podría ser dicho de la hamburguesa, que está exactamente igual al día en que fue comprada.
Además no sólo se ve, sino que huele como si acabara de salir de la cocina, recien hecha.
Ahora los muchachos se llaman a sí mismos los «dueños de la hamburguesa más vieja del mundo». La historia es increible tambien porque estos chicos ni siquiera la pusieron en el refrigerador, la hamburguesa «se conservó por si sola».
Creo que no volveré a McDonalds ni para entrar al baño…
Fuente: genial.guru