Cuando se sufre una infidelidad, el dolor que se siente es inmenso y aunque emocionalmente puede haber heridas profundas, es importante conocer el efecto que esto tiene en nuestro cerebro. Este tipo de engaños también afecta a nuestro organismo físico y ese es el tema que queremos compartir contigo en este texto.
Si ya viviste la experiencia de la infidelidad, mucho de lo que sentiste en ese momento ahora cobrará sentido, si no ha sido el caso, los siguientes puntos te ayudarán a estar alerta y a superar la situación con más facilidad si llega a presentarse.
El impacto neurológico de una infidelidad es brutal, por lo tanto prueba que el dolor de esta acción no debe hacerse menos, es delicado. El rechazo y el engaño estimulan la liberación de sustancias químicas hormonales, afectan los receptores del dolor y los efectos adictivos, además de razonamientos a futuro. Esto es producto del sistema de valores que cada quien tiene, como este varía en cada ser humano, el impacto de una infidelidad también difiere en cada persona.
La doctora Xiaomeng Xu de la Universidad de Brown, realizó una investigación que demostró que el rechazo activa zonas del cerebro que responden al dolor físico. La especialista escaneó el cerebro de los participantes mientras observaban una fotografía de las personas que les engañaron, el resultado mostró que el sentimiento provocaba reacciones en las zonas del cerebro relacionadas a la recompensa, la motivación, la adicción y el desorden obsesivo-compulsivo, ese hallazgo demostró por qué es tan difícil superar el final de una relación.
Las mujeres en especial, recurren a una práctica psicológica conocida como “rumiación” donde se da la tendencia de pensar de manera repetitiva sobre las causas, factores y consecuencias”, así lo indicó la revista “Psychology Today” (Psicología hoy en español). El Colegio de Medicina Albert Einstein demostró que las personas que habían terminado con alguien a quien amaban sólo activaban áreas del cerebro relacionadas a dopamina y adicción, mientras que la infidelidad provocó una obsesión con la traición. Se demostró también que las mujeres sentían más culpa que los hombres por su cultura.
Otros estudios sociales demostraron que las infidelidades se acompañan de un aprendizaje en quien las sufre. 5705 mujeres participaron en la investigación y se concluyó que entre 6 y 12 meses después, habían aprendido a elegir de mejor manera a su pareja.
Estas investigaciones tienen mucho sentido, pues aunque la infidelidad y el rechazo son experiencias dolorosas, el saber elegir a la pareja correcta es una de las bases para tener una vida feliz y plena.
Fuente: lacaja.guru