Aprendió a coser a los 9 años de edad. Ahora confecciona uno cada día con su máquina.
Con 12 años de edad, Campbell Remess, un niño de Tasmania, Australia, le está dando una contundente lección a todo el mundo con el gran corazón que tiene. De hecho, no puedo explicarme cómo es que le cabe en su cuerpo de preadolescente. No importa cuán malo parezca el mundo, él demuestra que aún quedan personas muy buenas.
Él ha tenido la fortuna de conocer lo que significa dar sin esperar nada a cambio. La bondad es su bandera.
Resulta que este muchachito ha dedicado varias horas de trabajo, durante los últimos tres años, para confeccionar con su propia máquina muñecos de peluche. Crea el diseño, lo arma, le pone ojos, boca y algún accesorio llamativo.
Cuando queda listo lo entrega a los niños hospitalizados para que se consuelen con un nuevo amigo de peluche.
Campbell ya había demostrado su gran corazón cuando una Navidad regaló flores al azar a extraños que encontraba en la calle. Después pidió a sus papás que lo ayudaran a llevar flores a los adultos del hospital y juguetes a los niños.
Sus papás le dijeron que era una maravillosa idea pero que sería realmente caro darles juguetes, entonces dijo que tenía 365 días para fabricarlos él mismo. De modo que cuando tenia 9 años de edad, se decidió a aprender a coser.
Así comenzó el Proyecto 365, cuya meta es tener un peluche cada día para los niños de los hospitales. Campbell los hace con su propia máquina.
Cuando se los entrega, Campbell ya les puso un nombre especial.
Campbell también hizo un muñeco de peluche para su papá, Nathan, quien fue diagnosticado con cáncer en 2015.
Algunos de los osos los vende a través de Internet, y se ha popularizado tanto tienen un grupo oficial del proyecto en Facebook y recaudan fondos para donar a la caridad. Además han estado recibiendo aportes de empresas y personas de buena voluntad.
Todos deberíamos ser un poco más como Campbell.
Fuente: upsocl