Los seres humanos vivimos empeñados en domesticar y enseñar a los animales, cuando son ellos los que pueden darnos importantes lecciones de vida.
Seguramente recordarás la humanidad y nobleza mostrada por el orangután y la embarazada o las 15 importantes lecciones que los humanos deben aprender de los perros para ser felices, dos magníficos ejemplos del saber hacer de los animales.
Delfines, elefantes, primates y otros animales viven en grupos sociales fuertemente jerarquizados en los que, a su modo, cuidan los unos de los otros. Una cualidad de la que los humanos carecen en muchas ocasiones, a juzgar por la desigualdad social que existe entre nosotros.
La manada de lobos
Hace casi dos meses, Barbara Hermel Bach compartió una curiosa fotografía de una manada de lobos desplazándose por la nieve.
Puede parecer una imagen cualquiera, pero según la explicación de Barbara, su disposición esconde muchos secretos.
“Los primeros lobos son los más viejos y/o los enfermos. Ellos marcan el paso a la manada. Si fuera al revés, los dejarían atrás y perderían contacto con el grupo. En el caso de una emboscada, serían sacrificados.
Les siguen en la fila los más fuertes, son la defensa del grupo. En el centro va la mayoría de la manada, y detrás de ellos un segundo grupo de lobos fuertes (la retaguardia).
El último lobo va solo, es el macho alfa. Desde esa posición controla todo, puede verlo todo y decide la dirección del grupo. El alfa puede ver a la manada completa.
De esta forma, la manada se dirige bajo sus ordenes, se mueve acorde al paso de los ancianos y se cuidan entre ellos”.
La explicación ha maravillado a miles de usuarios que la han compartido hasta convertirla en un fenómeno global. Sin embargo, muchos dudas de su veracidad.
¿Demasiado bonito para ser verdad?
Según los textos consultados sobre la estructura social de los lobos, no existe información sobre su disposición a la hora de marchar, aunque todos los expertos y biólogos coinciden sobre su estricta jerarquía social.
“Los lobos tienen un nivel muy estricto de jerarquía, entre los que se incluyen leyes y comportamientos que deben ser cumplidos por todos los miembros de la manada.
El orden social es ejercido mediante el miedo y la dominación del macho alfa y su principal pareja, la hembra beta. Sin embargo, y aunque parezca un régimen duro, el único objetivo del macho alfa es proteger, cuidar y aumentar la manada.
Cada uno tiene un papel que cumplir y esto les ayuda a sobrevivir como grupo”.
Según esta información, no resulta inverosímil que la manada adopte este tipo de estructura o una parecida para trasladarse.
La figura de la hembra beta
Según la información aportada por el autor de la fotografía, se cree que el animal que encabeza el grupo no es un ejemplar viejo o enfermo, sino la mismísima hembra beta, quien cumple con el cometido de abrir paso y elegir una ruta segura entre la nieve, para, de esta forma, hacer que el grupo ahorre la máxima energía posible.
No olvidemos que se mueven a temperaturas de -40ºC y este coliderazgo permitiría el control de la manada y la protección del grupo.
Datos inciertos, lecciones éticas ciertas
Tal vez no sepamos con seguridad si la configuración de la manada es cierta o no, pero en mi opinión, eso no impide que sea una idea brillante.
Si más de 500.000 personas la han compartido inspirados por ella y por lo que representa, es porque la gente está cansada del egoísmo y la ambición desmedida.
Tal vez sea hora de recuperar el civismo, la solidaridad, la cooperación, el bien común y la ayuda mutua de la antigua “manada humana”, ¿no crees?
Fuente: lavozdelmuro