>La misma pregunta a jóvenes con cáncer y sus familiares y a jóvenes sanos da lugar a respuestas muy distintas
Los jóvenes sanos los ‘reclutó’ a través de un anuncio en su Facebook, buscando “gente de la calle para un vídeo viral para hacerle preguntas sobre la vida”. No fue difícil conseguir voluntarios gracias al tirón que había tenido su vídeo viral Miradas, aunque ni ella ni quienes se prestaron a participar en el vídeo han cobrado, comenta.
“A los sanos les dijimos que ellos eran un grupo social y que en la otra sala había otro grupo social distinto, pero no que se tratase de personas enfermas. Ahí estaba un poco la trampa. Ante las preguntas sobre sus deseos y sus planes, hablan primero los sanos, a los que además les pedimos que fueran muy realistas”, explica Calasanz. Es decir, se les sugirió evitar deseos tipo “la paz mundial” y, con ello, se obtuvieron respuestas como viajar, conseguir un trabajo en Nueva York, montar una empresa propia o aprobar una oposición.
Después contestan los pacientes con cáncer y sus familiares. Son respuestas que, desgraciadamente, casi todos los lectores, por proximidad a la enfermedad o experiencia propia, podrán intuir. “Se buscaba el contraste”, explica la creadora del vídeo. “Y el montaje hace mucho”, indica al ser preguntada sobre algunas críticas al vídeo en YouTube, de quienes consideran que en el vídeo hay un cierto “reproche” a las otras personas [las sanas] por tener “otras preocupaciones”.
“No sale en el vídeo, pero la mayoría de los sanos acabaron llorando. Luego me han escrito diciendo que se quedaban con lo bonito, pero en el momento alguno nos decía ‘ya os vale, que voy a quedar fatal’ “, recuerda la fotógrafa y directora de arte. Pese a la crudeza del experimento, ninguno de los sujetos que habían accedido a salir en el vídeo se negaron después a aparecer, añade.