Su colisión violenta se produjo a más de 3 mil millones de distancia años luz
Los físicos han detectado las ondas gravitacionales llegadas de la colisión violenta de dos agujeros negros a más de 3 mil millones de distancia años luz. Su anuncio supone un hito ya que es la tercera vez que se observan las ondas que Albert Einstein predijo con su teoría de la relatividad hace cien años. Pero todavía más: han arrojado luz sobre cómo giran los fascinantes agujeros negros.
Los protagonistas fueron dos densos agujeros negros, con una masa de más de 31 y 19 veces la del Sol respectivamente, que desencadenaron estas ondas cuando se fundieron en uno solo con una masa unas 49 veces la de nuestra estrella. La energía sobrante que se liberó de ese choque la registró una vez más LIGO, el Observatorio Gravitacional de Interferometría Láser.
“ Hay una población de agujeros negros pesados por ahí y LIGO ha empezado a verlos“, señaló Bangalore Sathyaprakash, físico de Penn State y la Universidad de Cardiff y autor principal del estudio, a The Verge.
Lo dice porque las tres detecciones de LIGO han sido de colisiones distintas y dos han resultado ser de agujeros negros bastante masivos. Antes del primer registro de LIGO, los científicos no creían que abundaran los agujeros negros mayores de 20 masas solares. Ahora la concepción del cosmos ha cambiado con una tecnología que capta esas ondas que son tan pequeñas como una milésima parte del diámetro de un protón.
Lo revelador del último es la forma en la que llegan a ser supermasivos.
Resulta que a medida que los dos agujeros negros giran entre ellos espiral hacia dentro hasta juntarse también rotan sobre sus propios ejes. Esos agujeros orbitando alrededor acercándose se conoce como sistema binario. Las últimas observaciones indican que esa danza de los agujeros mostraba una desalineación, lo que sugiere que los dos agujeros negros no nacieron a la vez sino que eran independientes y se juntaron después en un cúmulo estelar.
Dicho de otra manera: no parece que se conocían ni bailaban juntos desde el principio. Parece que eran dos extraños con diferentes orígenes que llegaron a la pista, bailaron y acabaron fusionados. Y hasta la Tierra, a través de ondas, han mandado el momento su fervor.
Fuente: playgroundmag