La piel de la bioimpresora 3D podría ser usada para probar productos químicos, cosméticos y farmacéuticos.
Un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (España), junto con la firma BioDan Group, ha desarrollado un prototipo de bioimpresora 3D capaz de crear piel humana completamente funcional.
Las nuevas técnicas de impresión en tres dimensiones han hecho posible la producción de piel humana que “puede ser trasplantada a pacientes o ser utilizada para el testeo de productos químicos, cosméticos o farmacéuticos, ya que es producida en cantidades, tiempos y precio perfectamente compatibles para estos usos”, comenta José Luis Jorcano, coautor del trabajo.
La novedosa piel replica la estructura natural de la piel humana con una capa externa -la epidermis- con su estrato córneo para protegerla contra el ambiente exterior y una capa más profunda y mucho más gruesa compuesta por fibroblastos que producen colágeno, la proteína que otorga elasticidad y resistencia mecánica a la piel.
¿La clave en la bioimpresión 3D?
Las biotintas. En las impresoras tradicionales utilizamos cartuchos de tintas de colores; en la biompresión 3D se emplean jeringas con distintos componentes y dominar de qué forma han de mezclarse los componentes biológicos y el resto del proceso para que no se deterioren las células, por ejemplo, representan los puntos cruciales de este proyecto.
No se emplea colágeno animal sino exclusivamente células y componentes humanos para producir esta piel bioactiva y que genere su propio colágeno humano, lo que podrá ser muy útil para trasplantes a pacientes con quemaduras u otros problemas en la piel.
Ventajas
“Este método de bioimpresión permite generar la piel de manera automatizada y estandarizada, y abarata el proceso respecto a la producción manual”, aclara Alfredo Brisac, consejero delegado de BioDan Group,
El estudio ha sido publicado en la revista Biofabrication.
Fuente: muyinteresante