¡Tengo que conseguir uno de estos!
¿Qué mejor para dormir al aire libre que un saco de dormir con forma de oso? Además de lo cómodo y cálido que debe ser pasar la noche ahí dentro, la apariencia de animal le hace juego al entorno. Esta fantástica idea se le ocurrió a la artista japonés Eiko Ishizawa. Ella se inspiró en Bruno, un oso problemático que vivía en los Alpes italianos, y que finalmente fue asesinado por oficiales que temían por la seguridad de la gente del lugar. Este traje/cama cuesta 2.350 dólares, no es poco, pero seguro mucha gente estará encantado de conseguir algo así:
Te introduces en el saco y luego tiras de los cierres para fundirte completamente con el cuerpo del animal.
Puedes dejar la boca abierta del oso y así estar con más ventilación…
También puedes utilizarlo como disfraz para Halloween o para asustar a tus amigos en alguna pijamada.
¡Mira qué bien se ve acostado sobre una cama!
¿Te gustaría comprar uno?