Los avances de la medicina no dejan de asombrarnos, pero sin duda hay personas que se aferran a la vida y logran resistir los obstáculos más difíciles. Muchos bebés nacen prematuros o con alguna falla de desarrollo, sin embargo sobreviven de una manera casi milagrosa. De eso se trata la historia de este pequeño guerrero.
Lourenço Salvado es un bebé, cuya madre falleció a las 17 semanas de gestación. Aún así, el niño continuó el resto del embarazo en el vientre de su madre y afortunadamente nació en buenas condiciones de salud. La mamá, Sandra Pedro, tenía 37 años y un pasado lleno de problemas de salud. Los médicos le habían advertido que el embarazo amenazaba su vida, pero Sandra se negó a interrumpirlo.
Lourenço Salvado es un bebé, cuya madre falleció a las 17 semanas de gestación. Aún así, el niño continuó el resto del embarazo en el vientre de su madre y afortunadamente nació en buenas condiciones de salud. La mamá, Sandra Pedro, tenía 37 años y un pasado lleno de problemas de salud. Los médicos le habían advertido que el embarazo amenazaba su vida, pero Sandra se negó a interrumpirlo.
Por desgracia, sus predicciones fueron ciertas. Fue llevada a un hospital en Lisboa, Portugal, donde declararon a Sandra con muerte cerebral. Entonces los médicos convirtieron a su bebé en prioridad. Las esperanzas de que siguiera con vida eran mínimas, pero con el tiempo se dieron cuenta que no tenía ninguna intención de rendirse.
Mantuvieron a Sandra como una especie de incubadora, aportándole los nutrientes necesarios para que el feto siguiera desarrollándose y manteniendo su vida con respiración artificial. Los doctores estaban sorprendidos por el resultado. Es muy raro que una persona con muerte cerebral absorba los nutrientes de manera artificial, pero ellos lo lograron.
Lourenço nació sano y salvo y aunque jamás podrá estar en brazos de su madre, siempre sabrá que dio la vida por él. Además, las enfermeras se encargaron de cantarle y cuidarlo como si se tratara de su hijo.
La alegría es inmensa por el nacimiento del pequeño, pero hay una sombra de tristeza sobre la familia. Ahora que el bebé nació, tendrán que despedirse para siempre de Sandra y apagar los aparatos que la mantienen con vida.
Fuente: perfecto.guru