Cuando los niños nacen los padres pasan, inevitablemente, a un segundo plano. Todo se concentra en el pequeño: las atenciones, los recursos, etc. Es algo normal, pero quizá deberíamos recordarnos a nosotros mismos, de vez en cuando, la importancia de ser padres, en especial la de la madre.
Tras gestarlo durante 9 meses sufriendo los dolores y las incomodidades asociadas a los embarazos: dolores de espalda, hinchazon de piés, calor, aumento excesivo del apetito, aumento y dolor de pecho, incontinencia, hipersensibilidad, etc. Y sobre todo el momento final del parto, hace que tengamos a las madres en un pedestal. Por eso, el primero año del pequeño debería celebrarse también como el primer año como madre.
En esta campaña sugieren una bonita manera de celebrarlo. Tomad nota papis.