Aplican por primera vez en España quimioterapia con aerosoles para combatir directamente los nódulos malignos

La quimioterapia intraperitoneal presurizada es capaz de reducir la masa tumoral convirtiendo los tumores irresecables (que no se pueden extraer mediante cirugía) en resecables.

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El hospital El Pilar de Barcelona es el primer centro español que ha aplicado quimioterapia intraperitoneal con aerosoles presurizados (PIPAC) (del inglés Pressurized Intraperitoneal Aerosol Chemotherapy), una técnica experimental que se usa en enfermos de carcinomatosis peritoneal no operable. Según ha explicado Juan José Torrent, el director médico del hospital El Pilar, del grupo QuirónSalud, la quimioterapia intraperitoneal presurizada es capaz de reducir la masa tumoral convirtiendo los tumores irresecables (que no se pueden extraer mediante cirugía) en resecables.

Se introducen fármacos quimioterápicos en la cavidad abdominal en forma vaporizada

La PIPAC es una técnica laparoscópica, recientemente desarrollada por médicos alemanes y franceses, a través de la cual se introducen fármacos quimioterápicos en la cavidad abdominal en forma vaporizada. La carcinomatosis peritoneal (PC) es un tipo de presentación cáncer que afecta a la cavidad peritoneal y que puede aparecer como tumor primario o como resultado de la metástasis de cánceres digestivos, urinarios y ginecológicos sembrando el peritoneo, por proximidad de tejidos, de nódulos cancerosos. El efecto de la quimioterapia intravenosa en estos pacientes es limitado debido a la extensa superficie y la poca vascularización del área afectada.

Además, eventualmente los tumores peritoneales recurrentes se vuelven resistentes a los quimioterápicos administrados sistémicamente. Torrent ha explicado que una de las alternativas a la vía de administración sistémica es la quimioterapia intraperitoneal (IPC), que consiste en la inyección líquida de fármacos quimioterápicos dentro del espacio intraperitoneal (intraabdominal) y que permite combatir directamente los nódulos malignos.

Otra opción de tratamiento similar a la IPC es la HIPEC (del inglés Hyperthermic Intraperitoneal Chemotherapy), que consiste en la administración de quimioterápicos dentro de la cavidad intraperitoneal a altas temperaturas al acabar la cirugía para mejorar los niveles de absorción y reducir los efectos secundarios. Sin embargo, estas alternativas de tratamiento también presentan limitaciones a causa de las complicaciones y molestias que producen en los pacientes. Así ha nacido la nueva técnica de la PIPAC, que se ha ensayado en modelos preclínicos in vivo y ex vivo, y sus resultados positivos han motivado la puesta en marcha de más de 5 ensayos clínicos en todo el mundo.

“Los primeros datos de estos estudios han revelado algunos de los beneficios que presenta la PIPAC en comparación con la quimioterapia endovenosa. Una de las ventajas es que la terapia aplicada en forma de aerosoles se distribuye y se absorbe mejor que la misma terapia aplicada de forma intravenosa dentro de la cavidad abdominal”, ha explicado Torrent. Así, los primeros ensayos con pacientes afectados de carcinomatosis peritoneal han demostrado que la PIPAC “es capaz de reducir la masa tumoral” y tiene “una mejor dispersión y penetrabilidad, por lo que la dosis que recibe un paciente tratado con esta técnica puede llegar a ser diez veces menor que la de un paciente que recibe quimioterapia intraperitoneal en forma líquida”, ha añadido el médico.

Torrent, cirujano acreditado para la realización de esta técnica en España y especialista en ginecología oncológica del grupo Quirónsalud, ha resaltado que la reducción de la dosis evita los altos niveles de toxicidad renal, hepática y digestiva causados generalmente por las terapias sistémicas y intraperitoneales líquidas. Actualmente, la PIPAC es un procedimiento paliativo, ya que sólo se aplica en pacientes que presentan tumores inoperables, y se repite cada 28-42 días.

Fuente: antena3




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