Al comprender cómo funciona mi cerebro respecto a la felicidad, pude comenzar a cultivarla de esta manera

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Ser feliz es más fácil de lo que crees, aquí está el secreto

Queremos compartir contigo esta valiosa experiencia, inspirada en los planteamientos de dr. Amid Sood acerca de la felicidad, cómo cultivarla y hacerla crecer. Un relato que te será muy útil si decides imitarlo.

Después de años de buscar la felicidad, descubrí que tenía que entenderla, y ahora pienso que la felicidad es…

  • Experimentar momentos positivos: escuchar música agradable, salir con mi familia a comer, ir con mis amigos a un concierto, armar un rompecabezas con mis niños.
  • Sentirme seguro: vivir sin temores, tanto emocionales como físicos.
  • Sentirme valorado: esto depende de cómo me ven quienes me importan y cómo me veo yo mismo. Descubrí que mi autoestima también crece si yo valoro más a los demás.

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Al comprender cómo funciona mi cerebro respecto a la felicidad, pude comenzar a cultivarla de esta manera:

  • Actuando con compasión y gratitud. Nuestro cerebro está hecho para sentir el dolor de los demás como si fuera propio, por eso el ser compasivo no sólo le hizo bien a quienes me rodeaban, sino que además me permitió sentirme mejor pues de cierta manera “mi cerebro tenía un problema menos”. Recuerda, la felicidad es contagiosa.
  • Respetándome a mí mismo y a quienes me rodean. Nuestra mente tiende a juzgarse a sí misma y de igual manera juzga a los demás. Si aprendes a respetar a tus semejantes, te sentirás más libre de ser como quieras ser, quizá no porque los demás te acepten, sino porque te sientes cómodo contigo mismo. La manera en la que tratas a los demás dice mucho de cómo te sientes por dentro. A mayor autoestima, mayor respeto por los otros.
  • Cambiando el chip de mi cerebro. Para nuestro cerebro todo es real, lo que soñamos, anhelamos, imaginamos… Por eso, decidí convertir mis pensamientos de derrota en pensamientos positivos. Así que, convierte tu cerebro en uno que sienta que merece recibir cosas buenas y además sentirse seguro.
  • Eligiendo actividades con sentido, creativas y altruistas. Ya que nuestro cerebro no distingue entre el dolor físico y el emocional, sino que ambos los registra como sufrimiento, comencé a eligir cosas que me llenaran el alma, que me apasionaran a mí y a quienes me rodeaban. Haz lo mismo, y te encantarán los resultados.

Por último, recuerda que la búsqueda de la compasión por los demás y la gratitud hacia sus actos te hará más feliz que la búsqueda de la felicidad sin un sentido. Sé la alegría para otros, inspíralos y eso te hará más feliz. Te lo digo por experiencia.

Fuente: genial.guru


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