Meses después de haber sido abandonada en una carretera, la pequeña Xena – el llamado perro milagro – ha conseguido cambiar la vida de este niño con autismo.
Jonny Hickey era un niño solitario y reservado que había sido diagnosticado con autismo. El problema era tan grave que incluso le costaba interactuar con los demás miembros de su familia.
Pero un día los Hickey – que habían oído hablar sobre la historia del perrito milagro – decidieron adoptar a la pequeña Xena. Éste iba a ser su tercer perro rescatado de la perrera y el que más adelante lo cambiaría todo.
Una vez en casa, sucedió lo inimaginable: Jonny y Xena se hicieron amigos inseparables, algo que ayudó muy positivamente al niño a salir de su caparazón. La familia se había gastado miles de dólares para tratar el autismo de su hijo, pero el hecho de traer a Xena a casa fue lo mejor que les podría haber sucedido.
Gracias a la valiente Xena, Jonny ha empezado a apreciar los abrazos y caricias, interesándose también por lo que sucede en el mundo exterior. Ahora el pequeño habla por los descosidos, canta y es la alegría de la casa.