Un vendedor de coches en Newcastle demostró que todavía hay gente decente en este mundo, después de precipitarse para ayudar a una abuela que erróneamente le llamó después de tener un accidente.
Dang Vuong recibió una llamada de una mujer de edad avanzada que había intentado llamar a su hija para que le ayudara después de haber caído tras un resbalón en la ducha.
A pesar de estar en el trabajo, cuando la recepcionista de la agencia de autos BMW envió la llamada a Dang, él inmediatamente dijo que iría a comprobar si la mujer estaba bien.
“Ella marcó a nuestro teléfono fijo y habló con la recepcionista, quien me preguntó qué hacer. Al principio pensé que probablemente estaría al otro lado de la ciudad, resultó que estaba a unos dos kilómetros de distancia. Fui allí mientras la recepcionista la mantenía hablando por teléfono”.
El hombre de 34 años se dirigió a la casa de la abuela, entró después de golpear y se dio cuenta de que la puerta principal estaba abierta. Aseguró que el día era bastante ocupado, pero que antes de volver a trabajar se aseguró de que la viejecita estuviera a salvo y que su familia llegara.
“Cuando llegué, ella estaba en estado de shock, había sangre en su rostro y la bañera estaba desbordando agua. Le dije quién era yo, luego la recogí y la puse en el sofá y la cubrí con una Manta. Después esperé hasta que sus cuidadores y familiares llegaron.
“Habría pensado que alguien habría hecho lo mismo, especialmente con que fuera una anciana, ni siquiera pensé en hacer otra cosa. Me criaron para ver por mis mayores”.
Fuente: laguiadelvaron