Hay personas que irradian un magnetismo tan inexplicable que todo su entorno se siente atraído hacia él, quiere parecerse, ganarse su amistad o, al menos, su aprobación. Y lo más curioso es que no depende, en absoluto, de la apariencia de estas personas atractivas.
Aquí tienes 9 reglas que puedes seguir si quieres convertirte en una persona así. Porque carismáticos no nacen, se hacen.
Una imagen personal
Necesitas una imagen única. O aún mejor: necesitas un detalle único en tu imagen. Después de todo, tu propio aspecto exterior es algo por lo que te pueden recordar incluso las personas desconocidas. Y no estamos hablando de belleza. Paradójicamente, la singularidad puede expresarse incluso en la fealdad y la vulnerabilidad. Cualquiera de tus pronunciados “chips”, independientemente de la marcha, gestos, expresiones faciales, entonación, estilo de comunicación o algún detalle de tu vestimenta, te hacen memorable.
Estos son algunos ejemplos de detalles de personas famosas o algo con lo que se les asocia:
- Charles Chaplin: bigotes, traje, bastón.
- Tilda Swinton: asexualidad, ausencia de maquillaje.
- Winston Churchill: corpulencia, el puro.
- Iósif Stalin: bigotes, pipa para fumar.
- Adolf Hitler: bigotes peculiares, entonación.
- Dita von Teese: imagen de los años 40, barra de labios roja.
- Marilyn Monroe: color de cabello, su lunar.
- Salvador Dalí: bigotes, sus gestos.
Debes perseguir un gran sueño
Para que la gente te busque y te valore como una persona realmente muy especial, sin duda, deberías tener algún sentido a tu existencia: ambiciones, metas, deseo de cambiar algo en este mundo. Luchar por algo. Al fin y al cabo, el hombre sin un sueño es como un libro sin ideas. ¿Para qué leer algo así?
Siéntete seguro de ti mismo
Para ser carismático, en primer lugar, tienes que confiar en ti. Sentirte libre a la hora de tomar decisiones, ser capaz de contar sólo contigo mismo, no esperar ayuda desde el exterior y ser capaz de transmitir tus ideas al resto de personas de manera que lo entiendan.
La seguridad se siente, no sólo en el comportamiento, sino también a la hora de hablar. Evita frases como “yo creo, espero, considero, cuento, puede ser, a lo mejor, probablemente”.
Olvídate de las quejas
Piensa en esto: ¿podrías admirar y parecerte a una persona que se queja constantemente? Claro que no. Las personas carismáticas son positivas. Evita сriticar, quejarte y la negatividad de las cosas. Incluso si no todo sale a la perfección en la vida, empieza la conversación por algo que te traiga placer y atraiga a tus interlocutores.
Utiliza el lenguaje de signos
Con tu comportamiento debes demostrar seguridad en ti mismo: no te acurruques, no muevas los objetos o parte de tu propio cuerpo con ansiedad, intenta sonreír más a menudo, mirar directamente a los ojos cerrados y evitar posturas cerradas.
En líneas generales, cuando estás en sociedad, siéntete como una estrella en la alfombra roja.
Conviértete en un narrador excelente
Muchos creen que la capacidad de contar algo de una manera interesante es un talento.
Pero esto no siempre es así. En la mayoría de los casos, es una habilidad que se puede aprender. Basta con hablar con confianza, utilizar el humor, especialmente la auto-ironía (con capacidad para reírte de ti mismo), lo que permite alcanzar el cielo. Utiliza el lenguaje corporal, sé emocional y positivo. No te entristezcas si una historia o una broma no salió como deseabas.
Cuenta tus historias personales. Mucha gente al oír algo realmente interesante va a compartirlo con los demás.
No desvíes la mirada
Al hablar con una persona, mírala siempre a los ojos. A veces una mirada fija y penetrante puede decir más que mil palabras: un verdadero contacto visual muestra que estás escuchando al interlocutor, lo entiendes y lo aceptas como persona.
Importante: cuando hablas con alguien en un evento, no te distraigas con factores externos, no mires tu teléfono, ni escanees la multitud con la esperanza de encontrar un interlocutor más correcto o útil.
Aprende a escuchar a los demás
No debes considerarte la persona más importante del mundo ni tratar de llamar la atención de todos hacia ti. No. Un verdadero interés hacia la vida de los demás, puede convertirte en una persona grata. Saber escuchar a los demás es un arte. Si escuchas con atención a la otra persona, si te interesas por ella, ella empezará a sentirse necesaria y útil, en incluso, en ciertos grados, especial.
Por supuesto, es imposible recordar todo lo que dijo tu interlocutor, pero recordar su nombre ya es un gran paso. Hay un truco interesante: cuando una persona dice tu nombre, repítelo: “José, mucho gusto“. Y que, a su vez, te recuerden a ti, utiliza la misma técnica con la repetición, pero ya de tu propio nombre: ”Hola, soy Ana, Ana Ramírez”.
Utiliza el efecto del espejo
El efecto del espejo, o simplemente el reflejo, es una manera fácil de conectar con una persona, repitiendo sus expresiones faciales, entonación y gestos. Siempre funciona, debido a que el método se basa en la naturaleza del narcisismo humano: el interlocutor inconscientemente comienza a sentir que tú estás con él en la misma onda.
El mismo método se puede aplicar no sólo en una conversación con el objetivo de conectar con la otra persona sino también para adquirir los “trucos“ de aquellos que, a tu juicio, consideras carismáticos. Por ejemplo, de personalidades famosas. Estudia cómo se presentan a sí mismos y cómo se desenvuelven, porque te podrá ayudar a sentirte más seguro. Un análisis detallado de estos ejemplos se puede encontrar en el canal de vídeo ”Carisma a demanda”.
Fuente: genial.guru