Tu suelo está cubierto de peluches, huesos de juguetes, calcetines mordisqueados y “Dios sabe qué”
Estás acostumbrado a dormir pegado al borde de la cama sin apenas espacio para estirarte
A pesar de tus esfuerzos, todas las ventanas de la casa tienen marcas extrañas
Aceptas que tus cojines, muebles, sofás y demás cosas de la casas estén cubiertos de pelo
El menu de tu perro está mucho mejor que el tuyo
Conoces a los perros de tus vecinos mejor que a tus vecinos
Ni por asomo bromeas cuando te refieres a tu perro como “tu niño peludo”
Te ofendes profundamente cuando las visitas te dicen “saca a tu perro fuera”
Perdona, él vive aquí, tu no
Te afanas en comprarle todas las camas y juguetes que hay en el mercado aún a sabiendas que no las van a utilizar
Encuentras sin parar bolsas de plásticos (vacías, esperemos) en tus bolsillos
Hablas con una voz ridicula el 40% del día
“Voy a hacerte cosquillas en tu barrigota”, “Oh si”, “Oh si”
Ves a la persona que tiene perro inmediatamente mucho más atractivo…
… Y desconfías de a los que no les gustan los animales
Tu reacción al ver a otros perros es similar a cuando un fan ve a su artista favorito
Tienes que apagar la televisión cuando cuentan alguna dramática historia de abandono y/o maltrato hacia los animales
No te sobresaltas si alguien muere en la película que echan en la tele, pero si el perro muere… Estarás indignado por días
Tu alarma diaria a las 6.30 a.m es un hocico mojado en tu cara
Tu perro tiene su regalo de navidad como todo el mundo, envuelto en papel de regalo y con un bonito lazo. ¡Faltaría más!
Te has desviado de tu camino cuando has visto que algún perro estaba abandonado o herido
Te da un ataque de ansiedad cuando estás en otra casa y ves que la persona ha dejado comida visible en una mesa de facil acceso
Los días de fuegos artificiales son los que menos te gustan
El ruido de los cohetes suele asustar a tu pequeño y te toca tranquilizarlo durante un buen rato.
Tu familia no entiende que cuando les haces una visita, tu perro no puede faltar a tal evento.
Las babas se han convertido en una parte más de tu día a día
¡Y también incluimos los besos babosos!
La gente sólo sabe regalarte cosas con motivos de animales
Lo consideras como el mejor confidente, terapeuta y amigo que puedas tener
Tu pareja te ha dicho alguna vez la frase de “lo quieres más que a mí”
Y la respuesta es un rotundo “si, y no sé porque te sorprende”
Te has despedido de tu perro más que de nadie cuando te fuiste a trabajar al extranjero o a estudiar fuera de casa
“Después de no ver a mi perro en 5 meses, hicimos un Skype y mi madre me mando esto después de cortar”
A pesar de toda la caca esparcida y pisoteada, las cosas rotas, los zapatos comidos, etc, sabes que nada será tan emocionante en tu vida como tener un perro
Fuente: lanubedealgodon