1. Crees (como siempre) que vas a entrar a ver una película para niños que los adultos van a disfrutar.
2. Inmediatamente después, te das cuenta de que esta es una película para adultos que los niños van a disfrutar.
3. Dejas que en pocos minutos, los realizadores comiencen a meterse con tus recuerdos de la infancia.
4. Entras en contacto con lugares que probablemente tenías enterrados.
5. Te preguntas en dónde quedó tu Isla de las Bobadas.
6. Sin darte cuenta, estás subido en el tren de los recuerdos.
7. Lloras.
8. Lloras mucho.
9. Te cuestionas: “¿Estoy sensible o esta película está MUY fuerte?”
10. Tratas de acordarte de tu amigo imaginario. ¿Tenías un amigo imaginario?
Y deseas que éste hubiera sido tan increíble como Bing-Bong. Con cuerpo de algodón de azúcar, cola de gato, sonidos de delfín y ¡LÁGRIMAS DE DULCES!
11. Es oficial. Odias a Tristeza.
12. Pero luego, haces las paces con ella, con tu propia Tristeza. Es humana, es real, y te ayuda a ser feliz.
13. Quieres ver más de los sueños. No es suficiente con la explicación que dan.
14. Se te voló la cabeza cuando te pusiste a pensar en dónde están todos tus recuerdos.
15. Te das cuenta de que en la cabeza de la mamá, Tristeza es la jefa.
Y en la del papá, es Furia. Todo tiene sentido. Tu cabeza explota. Sigues reflexionando.
16. Te preguntas cuál es la emoción que domina al resto en tu cabeza.
17. Y piensas en tu pareja, amigos, familiares y la gente que te rodea. ¿Qué emoción es la que predomina en ellos?
Tal vez esa sea la razón por la que de entre tantas personas en el mundo, con ellos te tocó convivir.
18. Vuelves a llorar.
19. Cada que aparecen las Islas, te preguntas si tú las tienes en perfecto funcionamiento, si se están cayendo o de plano están inalcanzables.
20. Dudas de que la película vaya a tener un final feliz. Pero luego te acuerdas de que es Disney-Pixar.
21. Te cuestionas cómo fue posible que una película para niños sintetizara de forma tan ágil y brillante a la mente humana.
22. Y te quedarás pensando en ello durante mucho tiempo.
23. Volteas a ver el reloj. ¿Cuánto falta para que anuncien la parte dos?
Me urge ver cómo reaccionan las emociones en la pubertad.