Todos estos fenómenos son una rutina para los habitantes nativos de Dubái, pero a nosotros nos parecen gráfica digital o efectos especiales de Hollywood.
Queremos compartir contigo unas fotos y nos da un poco de lástima que no seamos jeques árabes.
Aquí las vistas son increíbles. Desde abajo…
¡Y desde arriba!
En Dubái también los jeeps existen en “king size”.
Un típico atascamiento de tráfico luce así.
Y si no quieres esperar, puedes trasladarte así.
La policía patrulla las calles en Bentley, Ferrari y Lamborghini.
En vez de chocolate puedes comprar en una máquina dispensadora lingotes de oro
En Dubái respetan mucho el oro
En vez de un gato, los habitantes de Dubái tienen guepardos.
O tigres.
Los entretenimientos aquí no son menos exóticos. Por ejemplo, carreras de robots en camellos.
Y aquí puedes estacionar a tu camello.
Para quienes se han quedado sin dinero, en los supermercados existen estantes con comida gratuita.
Y para quienes tienen dinero, existen muchas maneras de gastarlo. Por ejemplo, pedir un postre con oro comestible en mil dólares.
Hospedarse en un hotel con una pared-pecera.
Jugar tenis.
Surfear.
O practicar esquí en el centro comercial más grande del mundo, mientras afuera hace 50 grados de calor.
Comprar un caballo metálico.
¡Y hacer lo que les dé la gana! En Dubái se acostumbra a no limitarse en nada.
Fuente: genial.guru