“A pesar de todo, tus muslos siempre serán maravillosos”.
Es una verdad conocida que las mujeres somos diferentes. Venimos en distintas formas y tamaños. Algunas somos bajitas, otras altas. Algunas delgadas, otras no. Pero lo cierto es que, por muy diferentes que seamos, todas somos bellas.
Sin embargo, todas tendremos algún aspecto de nuestro cuerpo por el cual quejarnos o no sentirnos a gusto. “Que no, que estoy muy flaca; que en realidad mi color de cabello no me gusta; que mis caderas son demasiado angostas, o, que mis muslos de verdad son demasiado grandes…” Quizá tienes los muslos así por años de ejercicio o probablemente naciste con esta característica y a veces te encuentras con más de alguno de estos problemas que te mostraré a continuación.
1. Los pantalones nunca te quedarán perfectos. O te quedan sueltos en la cintura o apretados en las piernas. Así que debes tomar medidas extremas.
2. Los enteritos definitivamente no son lo tuyo.
3. Por muy lindos que sean, usar shorts puede ser una tortura.
4. Y para qué hablarte sobre las mini faldas.
5. El roce entre tus muslos al caminar o hacer lo que sea es un tema en tu rutina.
6. Y al correr es peor, ¡pica!
7. De repente te encuentras mirando los muslos de hombres y, si son más delgados que los tuyos, simplemente corres a esconderte.
8. Aunque tu cuerpo luzca espectacular en bikini, te sientes como un reloj de arena o te cuesta encontrar el traje de baño indicado.
9. Cruzar tus piernas es demasiado difícil.
10. Estás acostumbrada a que tus piernas sean las protagonistas cuando la gente te mira.
11. Más de alguna vez alguien te ha dicho que soñaría con tener las piernas tan fuertes y gruesas como las tuyas.
12. Y es que, en realidad, lo único que quieres es deshacerte de ellas.
13. Todavía sueñas con el día en que los muslos grandes se pongan de moda para que las mujeres envidien los tuyos.
14. Cuando te sientas tus muslos te hacen ver más alta de lo que eres, pues literalmente sirven como plataforma sobre la silla.
15. Arrodillarse en el piso es más incómodo de lo que puedes pensar, odias ese “rollito” que se forma tras tus rodillas.
Sin importar tu tamaño, deberías acoger a tu cuerpo y presumir de lo que tienes. Y si lo que tienes son muslos, entonces deberías estar orgullosa de presumirlos. En realidad a muchas mujeres les gustaría tener las piernas como las tuyas, pues demuestra que eres una mujer saludable y fuerte, además de linda, sin importar el tamaño de tus muslos. Después de todo, si lo piensas bien, los muslos anchos son muslos fuertes. Y ser fuerte es lo mejor.